viernes, 10 de julio de 2015

Cacería de brujas. Fan Fic Tohrment y Lassiter. Capitulo 6




Viene de Capitulo 5.

Tohrment

Un par de segundos después de que el ángel se perdiese de vista, Tohrment comenzó a disparar órdenes como si fuesen las jodidas balas de su glock. Zsadist y Vishous escucharon, atentos, para asentir casi imperceptiblemente y colocarse en posición.

- Z, el patio trasero de la casa, tenemos que cubrir todas las posibles entradas y salidas, y vamos a suponer que el cabrón no va a llamar al timbre, aunque si los demonios se parecen en algo a los ángeles, no me extrañaría que llegase hasta con tarjeta de visita. V, busca una posición alta para controlar su llegada con suficiente antelación. No quiero sorpresas con un enemigo del que no sabemos apenas nada.-


La preocupación teñía su voz. No era miedo lo que sentía, hacía mucho tiempo que había dejado de sentir esa emoción, como si el perder a Wells y casi perder a Autumn le hubiese hecho inmune a todos los demás peligros, pero odiaba la sensación de impotencia que le envolvía en todo este asunto de íncubos y demás mierdas... esta no era su liga, no estaban preparados para luchar contra esta amenaza y no pretendía fingir lo contrario.

Dependerían por completo de Lassiter una vez que el demonio apareciese, y recibir órdenes en lugar de darlas era algo a lo que ya no estaba acostumbrado. Comprendía ahora lo que debían de sentir sus hermanos cada vez que él empezaba a ladrar instrucciones para todos ellos... Joder! Eran guerreros entrenados, y con toda certeza se sabían capaces de actuar sin manual de instrucciones... la situación actual le hizo sentir un nuevo respeto por todos ellos y por su aceptación como su líder en las calles.

Manteniendo siempre la distancia de seguridad que Lassiter les había recomendado, pudo observar a Z rodeando la casa, típica de la mejor película familiar americana, con su valla blanca, su pequeño jardín e incluso una caseta de perro de la que, repentinamente, salió un enorme rottweiler de aspecto cabreado.

 Zsadist se acercó a la valla de madera en la que el animal se apoyaba sobre sus patas delanteras, colocó su mano abierta frente a su morro y éste se tranquilizó al instante como si hubiese comprendido que estaba tratando con los chicos buenos... Tohr enarcó una ceja, sorprendido por la hasta entonces desconocida habilidad del vampiro que aterrorizaba a todos como deporte, y le vio retirarse de nuevo a una posición escondida, en la que era, a pesar de saber que estaba por allí, incapaz de divisarlo. Mientras tanto, V se había hecho un nido en lo alto de un árbol cercano y, por una vez, había apagado su turco para no dejar rastros de ningún tipo que pudiesen poner sobre aviso al enemigo.

El jefe de los vampiros se acomodó, incómodo, en su propio escondite, tras una hilera de coches aparcados a lo largo de la calle, a una distancia prudencial de la casa en cuestión.



Todo este asunto apestaba, realmente... no era propio de su raza rondar los lugares en los que una hembra pasaba su celo. Bastante jodido era soportarlo cuando se trataba de tu hembra, pero cuando era la de otro macho, era una ofensa y una falta total de respeto. En esta caso era una necesidad- no pudo dejar de sonreír ante la ironía del juego de palabras- pero daba por supuesto que a sus hermanos les gustaría tan poco como a él mismo.

El bulto en sus pantalones de cuero era realmente terrible, el dolor comenzaba a hacerse preocupante y no dejaba de moverse para acomodar mejor una polla que clamaba por tomar el control, dejar toda esta mierda y buscar a Autumn para hundirse en ella en busca de alivio. Si tenía que hacer caso al ángel y el íncubo, efectivamente, podía hacer esto más difícil, esta iba a ser una fiesta endiablada... y ninguno de ellos la disfrutaría en lo más mínimo.

Un susurro en su intrauricular- o pinganillo, como solía llamarlos el ángel- le dijo que Vishous había detectado algo.

- T, un tío acercándose por tu izquierda. Pasará a tu lado en un par de minutos. Parece tranquilo, casi como si diese un paseo, pero no es humano, eso seguro, así que supongo que será el hijo de puta que estamos esperando.

Desde su posición oculta, Z confirmó lo dicho por el guerrero.

- Le veo, Tohr, y por su trayectoria parece que se dirige a la entrada principal...¡ tendrá cojones el cabrón! ¿Cuáles son las órdenes? ¿Sigo cubriendo la trasera de la casa?

- No te muevas de tu puesto, Zsadist. No sabemos cómo enfrentar esto y ni siquiera sé si el desgraciado puede desmaterializarse como nosotros, así que, por si acaso, te necesito cubriendo esa salida. Voy a llamar a Lassiter y él tomará las riendas a partir de ahora.

El silencio al otro lado del auricular le indicó que, al menos uno de ellos, estaba muy cabreado.

- No me jodas, V. Lo que tengas con mi sombra es un asunto entre vosotros dos, pero hoy mis órdenes son que cumplas sus órdenes. Eres el más inteligente de nosotros, así que no tengo que explicarte a qué nos exponemos aquí. Tampoco a mí me gusta ceder el control, pero sé que no soy el único con una erección de mil demonios, y si es verdad lo que ese demonio puede hacer, nosotros tres estamos indefensos ante él... a no ser que estés dispuesto a volarte la polla de un tiro para poder trabajar sin molestias, está claro?-

Silencio absoluto... un silencio que Tohr no estaba dispuesto a tolerar en aquel momento.

-He preguntado si está claro, V. ¿O tenemos que llamar a Rhage para que te sustituya? No necesitamos esto ahora mismo, y no estoy para jueguecitos de poder ni egos sensibles,¡ joder! ¡responde, soldado!

- Claro y cristalino, jefe.-

Al vampiro no se le pasó por alto el tono irónico de la respuesta, pero era algo con lo que lidiarían al llegar a la mansión.

- Z, ¿algún problema por tu parte?-

- Nah...-

La respuesta del guerrero sonó casi indolente, como si estuviesen hablando de ver un programa u otro en la televisión.

- Tuyas o del alfiletero, órdenes son órdenes. No me entiendas mal, jefe... quiero decir que me joden en igual medida.-

Casi podía detectarse una sonrisa tras el tono despreocupado de Zsadist. A pesar de todo, Tohrment sabía con seguridad que sus hombres responderían como uno solo, perfectamente entrenados y sincronizados como un puto reloj suizo. Sabía, asimismo, que al menos uno de ellos estaba disfrutando con este intercambio de amigables saludos.

- Lass, deja de sonreír como un cabrón- no intentes negarlo- y haz lo que tengas que hacer. Te tenemos cubierto y supongo que ya habrás visto a tu amigo. El hijo de puta parece dispuesto a llamar al timbre. Lo tengo a tiro y puedo clavarle una bala en cada parte sensible de su cuerpo... si me dices cuáles son. Creo que no nos has contado demasiado acerca de esta raza, ángel, y no nos gusta pelear a ciegas.-

Su tono era serio ahora, listo para la batalla, alerta y tenso como un resorte. Intuía que el ángel poseía armas desconocidas por ellos, que ocultaba mucho más de lo que mostraba, y reconocía su mando en esta guerra.

-Esperamos tus órdenes, Lassiter, pero, por cómo está respondiendo mi cuerpo en estos momentos, dudo que pueda acercarme mucho más; supongo que Z y V estarán más o menos igual, así que sería una idea estupenda apagar el motor hormonal de ese cabrón. ¿No podría dispararle a la cabeza y acabar con esto de una vez?-

-Todo a su tiempo, Tohr,-

El ángel sonreía, si, los malditos vampiros habían conseguido arrancarle una sonrisa en medio de una jodida situación de lo mas comprometida, una cacería de demonios.

No tenía precio saber que Vishous estaba cagándose en todo por tener que seguir sus indicaciones. Y ordenes como las había llamado Tohrment. Estuvo casi tentado de hacerle una fiesta por todo lo alto a su amigo...pero no estaban en una jodida fiesta, estaban cazando y la presa había aparecido.
Demasiado fácil. Era demasiado fácil. O este demonio era un imbécil o le estaban tendiendo una trampa. De cualquiera de las dos maneras, tenía que ser él el que le enfrentara. Su entrepierna andaba mucho mas tranquila que la de sus compañeros.

Tomó aire profundamente, y se dispuso a agudizar su radar y esperó. Sabia que en el momento que extendiera su radar hacia el demonio, este sería capaz de detectarle. Solo esperaba ser lo suficientemente rápido para pillarle por sorpresa. Y estaba el hecho de que quería saber que cojones estaba haciendo uno como él en este plano. No sabía como lo haría para no matarlo pero dejarlo KO, los hijo de Puta eran muy fuertes y luchaban a muerte.

Se dejó de chorradas varias y se concentró en lo que estaba viendo visualmente. Un macho, de la misma envergadura que la suya o mas grande. El hideputa había adquirido la apariencia de un afroamericano enorme, de altura como la suya o mayor y hombros aun mas anchos. Mierda. Tendría que esmerarse mucho y recibir como nunca si quería conseguir respuestas de este macho. Por fin extendió su radar y a la milesima de segundo que confirmó que era su rival y no un pobre transeunte, se puso en marcha.

Destelló de repente y se plantó justo delante del Demonio, apenas para ver la sorpresa en su rostro antes de estamparle un puñetazo en la cara. Cara de sorpresa, bien, eso quería decir que no le esperaba.

El tampoco se esperó que el macho apenas notara el puñetazo, o al menos eso pareció al volver en un mili-segundo la cabeza hacia él, sangrándole el labio y mirándolo furioso.

Ahora sí había conocimiento en sus ojos y no sorpresa. Joder, el tipo se había adaptado en una fracción de segundo al ataque...como hacían los de su especie. Que fueran demonios sexuales no los hacia oponentes débiles, algunos eran de la élite guerrera. El demonio respondió con un un gancho de derecha que no le dio de milagro al esquivar Lassiter hacia atrás el cuerpo en un arco perfecto. Sintió que algo impactaba contra su rodilla, la pierna de su oponente ,y se preparó con la que le quedaba de apoyo para contraatacar. No pudo. El demonio se lanzo sobre su cuerpo como un bulldozer y lo placó estrellándolo en el suelo. El golpe de su espalda y el peso del macho lo dejaron sin respiración en el suelo.

Y empezó la serie de golpes, cabezazos, codazos, uno tras otro. El Demonio se defendía perfectamente sin sacar arma alguna de su cuerpo, su propio cuerpo era una arma perfecta. Lassiter ya sabía eso e inició su verdadero ataque, empezó a drenar al demonio de su energía mientras luchaban. Todo un ejercicio de disciplina mental que hacia años que no usaba.

 El demonio siguió golpeándolo con codos, puños y mas..y él seguía bloqueando, evitando y devolviendo lo que podía. El problema de usar esa técnica era que Lass debía dejarse golpear, porque atacar y drenar la energía de un demonio macho no era compatible para su cuerpo actual. Mierda. Como añoraba su viejo yo, pero eso había quedado en el pasado y el creador le había otorgado una nueva oportunidad, con un cuerpo mucho mas débil al anterior pero en consonancia con el mundo en el que vivía.

El demonio le abrió la ceja con una de sus garras. Mierda, ya estaba usando las armas originales y el escozor del veneno impregnó primero la piel de la ceja...después fue al resto del cuerpo. Joderrrrrrr, dolia como nunca y esto se estaba eternizando demasiado.

Hizo acopio de fuerzas para seguir drenándole pero el tío parecía que no notara la falta de fuerzas, y Lassiter ya no notaba la cara. Y muchísimo menos las costillas, estaba seguro que ya debía tener por lo menos cuatro de ellas fracturadas por la cantidad de sangre que salia de sus pulmones y boca.

El abdomen no iba mejor. El demonio había conseguido impactar alguna de sus rodillas en el hígado y la maldita bilis se le había subido hasta la boca. ¿ Cuando empezaría el maldito macho a notar los efectos de su drenado? Tardó aun unos dos minutos en saberlo y mientras podía oír a Tohrment por el auricular apremairle y preguntarle. Como si él pudiera responder en ese momento tenido a un maldito hijo de puta intentando estrangularle y arrancarle la cabeza. El agarre estaba dejando exhausto a Lassiter y sin oxígeno.El ángel cerró los ojos e hizo su ultimo intento para arrancarle la energía a aquel bastardo ...y gracias al creador , pareció funcionar.

De repente, el demonio aflojó el agarre de su cuello . Lassiter abrió los ojos y tomó una bocanada de aire para poder conseguir aclarar su cerebro antes de que se le bloqueara por falta de oxígeno. El demonio, lo miró con ojos vidriosos y llenos de sorpresa y eso fue todo lo que necesito Lassiter. Convirtiendo la energía que había drenado del demonio en suya propia, se levantó de golpe después de lanzar de un empujón al demonio contra la pared cercana y hacer rebotar su cuerpo . Lassiter estaba pletórico de Energía y tenia que usarla rápido porque los efectos de esa técnica duraban apenas unos minutos. Y necesitaba respuestas a la presencia del macho en su mundo.

Se acercó al demonio y le levanto la cabeza cogiéndolo por el pelo , el macho intentó defenderse del agarre pero Lassiter le dio un puñetazo en la nariz que hizo que sangre le salpicara al reventarsela. El demonio quería luchar pero no podía casi responder al ataque de Lassiter. Lassiter se agachó y le levantó de la pechera para que le mirara a los ojos.

- hola, bastardo. ¿ Que tal la noche hoy?- El demonio le gruñó en la cara apenas pudiendo mantener la consciencia. Mierda. Lassiter se había pasado con el drenado de energía. Y aun estaban en el radio de acción de la hembra y no podía pedir ayuda a sus amigos vampiros para que le sujetaran. El demoníaco enemigo se recuperaría apenas le tocaran. Y entonces el enemigo empezó a reír.

 Lassiter frunció el ceño y le miró aun mas cerca. El veneno que le había inoculado ya estaba siendo neutalizado por su cuerpo pero la energía extra estaba también disipándose asi que tenia que ser rápido.

- Vaya, si es el mismísimo Lassiter que me ha echo los honores de recibirme en esta ciudad.

Lassiter elevó una ceja

-¿ Me conoces? -Lo miró de arriba a bajo- Yo a ti no.

El demonio escupió sangre a un lado, cosa que agradeció el ángel, podría haberlo hecho en la cara. Mira, un demonio educado.

- Sé quien eres, pero no nos conocemos. Tengo un mensaje para ti.-

Lassiter solo apretó mas fuerte por la camisa al demonio para sujetar su enorme cuerpo.

-¿ Mensaje?-

El demonio se levanto hacia Lassiter y le susurró en el oído.

- Altazor te manda recuerdos. Y te dice que hemos vuelto.-

Lassiter sintió la sangre de su rostro desaparecía y su corazón se disparaba. La rabia, el miedo, la preocupación, todo junto se unió y de otro empujón mando al demonio contra la pared donde rebotó y cayó desmadejado al suelo. El demonio se medio incorporó sobre sus rodillas y se limpio la sangre que caía a borbotones de su nariz. Le costaba respirar pero eso no le impidió empezar a reírse mientras tosía

- Me dijo que reaccionarías así . Eres patético ángel-


Continuará....

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