sábado, 29 de noviembre de 2014

Raining Water. Blay & Qhuinn.


WARNING: ESCENA PARA MAYORES DE 18 AÑOS. LENGUAJE  HOMO EROTICO Y SITUACIONES ADULTAS.



Viene de  De compras

Qhuinn
*Observo como Layla entra en su habitación y cuando escucho el clic de la puerta recién giro a mirar a Blay. Sin decir palabra lo tomo de la mano y tiro de él hasta nuestra habitación.
Una vez dentro lo abrazo atrayéndolo a mi cuerpo acaricio la parte baja de su espalda*

- Estás bien? Deseas algo?


Blay
*Sonrió cuando mi macho me atrae en sus brazos*

-Estoy bien, y todo lo que deseo esta justo aquí - digo dándole un beso casto y enterrando mi rostro en su cuello, me encanta su aroma.

Cuando hablo mis labios están dejando besos a lo largo de su cuello, sintiendo como los brazos de Qhuinn se aferran a mi espalda.

-Piensas que Layla se lo ha pasado bien.-


Qhuinn
*cierro los ojos y una sonrisa tonta se dibuja en mis labios cuando siento los suyos, sus palabras tocan mi alma, mi corazón como solo él puede hacerlo. Lo abrazo con más fuerza*

- Creo que se lo ha pasado bien, aunque quizás la haya abrumado al final, hay algo en ella...una nostalgia que aparece a veces en su mirada que me preocupa *mis manos acarician sus costados*


Blay
* Me separo un paso de mi macho, cuando siento la preocupación en su voz*

-Nostalgia?- digo mirándolo a los ojos - Por lo que ha dicho no creo que sea de su vida en el Otro Lado, a lo mejor extraña pasar tiempo contigo- suelto, mientras piensa en lo que eso implica ya que entre las patrullas y pasar tiempo juntos.

*Me alejo, caminando hasta la cama* -No quiero que las desatiendas por mí.-

domingo, 16 de noviembre de 2014

Las cartas sobre la mesa. Parte 2. Throe y Anabelle.




Viene de " Las cartas sobre la mesa. Parte 1. "

THROE
* Lo intenta, lo intenta con ganas pero su fuerza es apenas un ligero movimiento sobre mi cuerpo, ni siquiera mi pecho se ve afectado por su golpe. Y entonces la veo.

Después de tanto tiempo la veo como lo que es, como lo que ha nacido para ser.

Mi hembra.

Y entonces siento cosas que me desgarran por completo.

Debería sentirme mal por ser el responsable de que una hembra se volviese contra los suyos, porque fuese a ser repudiada por su familia por buscarme...pero no es lo que siento. Ahora mismo ahullaría a la luna orgulloso de ello. Porque el macho vinculado que hay en mi ahora mismo se siente el tipo mas afortunado del planeta.

Sonrío de lado y sujeto sus muñecas, forzándola a detenerse. Está furiosa...paladeo su rabia, su frustración. Y eso no me motiva. No quiero ser el macho que la enfurezca..si no es para tenerla después con las uñas clavadas en mi espalda y sus dientes en mi yugular.

Ah!! y esa simple visión endurece todo mi cuerpo y mi hombría a niveles insospechados.

No pienso dejar que llore...no, alguien tan digno como ella no debe llorar nunca. Y yo no debo ser el macho que la haga llorar. Nunca.*

- Me iré cuando realmente tenga que irme -

*Digo con voz grave sin apenas pensar en lo que hago. En estos momentos me dejo llevar por mis instintos.De un movimiento, le coloco las muñecas a la espalda y las sujeto con una de mis manos. Con la otra, seco la lágrima que cae por su mejilla..y luego beso el camino salado que ha dejado. Ella jadea contra mi pecho y maldita sea si no siento las protuberancias femeninas contra mi piel. ¡ Virgen Santa! No se si podre controlarme...pero nada ganaremos si me comporto como un salvaje. Ignoro su última orden y me comporto como lo que soy, un bastardo arrogante.*

- Nunca he querido humillarte, nunca. Simplemente no he comprendido nada hasta ahora. ¿ Porque te has empecinado tanto en ocultármelo? ¿ que crees que hubiera hecho si lo hubiera sabido desde el principio? -

* Siento como se estremece bajo mi agarre e intenta soltarse.*

- Mírame Anabelle. Mírame y déjame pedirte perdón a los ojos. Luego me iré si así lo deseas -


jueves, 6 de noviembre de 2014

Las cartas sobre la mesa. Anabelle y Throe.


Viene de" No mas juegos"

THROE:
*Ni bien se pone el día, desaparezco de nuestro nuevo hogar, uno que ha financiado mi prometida para conseguir algo que necesito para nuestra entrevista de hoy. Le prometí que hablaríamos y lo haremos.

Mi prometida.

Respiro profundamente mientras sopeso bien lo que significa eso. Por mucho que quiera disfrazarlo de acuerdo o contrato, estoy metido en ello con algo mas que mi nombre y mis papeles. El destino ha sido tan amable de vincularme a la hembra con la que me he prometido...lo que sería algo bueno si ella no me odiara por completo.

¿ Quien dijo que mi mundo era fácil? Naaah. Parece ser que en algo he ido ofendiendo a la Virgen Escribana o a las Parcas del destino porque se empeñan en fastidiarme la existencia cada vez que pueden. Y no lo digo porque me hayan vinculado, no señor ... eso en sí me parece incluso poético, si no porque podían haberlo hecho con alguien que no me aborreciera. Porque vinculado significa enamorado...y lo estoy hasta la médula.

En fin, nada es perfecto.

Miro hacia el cielo estrellado de esta noche y libre de nubes.Y compruebo que llevo en el bolsillo lo que acabo de comprar en las joyeria West Essex Y sonrío de lado. Ojalá lo acepte y no me tire a la cara.

Camino por la avenida que ahora empieza a apagarse al ir cerrando los comercios y cuando me zambullo en las sombras, me desmaterializo hacia la antigua casa de Keegan, el hogar de mi futura shellan.

Tras materializarme sigo el mismo procedimiento de siempre, presentación al servicio, espera de la señora de la casa el vestíbulo y luego la consabida visita guiada hacia la biblioteca.

Quizá algún día esto varíe un poco, digo yo.

Espero a Anabelle sentado en el sillón y gruño al oler aun en él el aroma de Lucan. Si no quema este mueble lo haré yo, me vuelve loco el olor de otro macho en su casa.Como lo huela sobre ella, no se de que seré capaz*


ANABELLE
*Aliso la falda del vestido color verde, la falda amplia acaricia mis rodillas con suavidad. No sé porqué me había puesto vestido, estaría más cómoda con un par de jeans pero no queria estar desarreglada para cuando viniera Throe.

El golpe a la puerta de mi habitación y la doggen avisando de la visita me hacen contener el aire. Aliso una vez más la falda en forma nerviosa y bajo a la biblioteca.

Lo observo sentado con comodidad en el antiguo sofá y sus ojos me recorren de forma casi insultante, como si estuviera evaluando una mercadería. Suspiro elevando la barbilla, eso mismo era para él. Una mercadería que había adquirido por el precio de una venganza*

- Buenas noches Throe. ¿ Deseas algo de beber? -

*Pregunto sonriendo fríamente*