DANIKAH
*Camino por la habitación oscura con paso lento que
momentos después se vuelven mas frenéticos, algo desesperados. Había
pasado cerca de dos horas desde que me habían traído, pero parecía mas
tiempo.Vuelvo mi rostro hacia la puerta y llevo una mano a la garganta,
toda la estancia estaba en silencio, como si estuviera vacía.
Antes de notarlo siquiera me encuentro ante la puerta cerrado,
extiendo la mano y la abro despacio. El corazón parecía que iba a salir
de mi pecho.
Me sentía culpable al haber abandonado al
guerrero herido de forma tan abrupta y descuidada, luego de haber hecho
todo lo posible para salvarlo, lo dejaba librado a su suerte. Meneo la
cabeza y voy avanzando con cuidado de no toparme con nadie, a los lejos
escucho unas voces y me detengo pegándome a la pared, como si de esa
forma evitara que me vieran.