jueves, 29 de octubre de 2015

Una nueva ilusión. Syphon y Danikah




Syphon viene de aqui


SYPHON

Desde la casa de Anabelle volví en busca de Danikah que esperaba impaciente en la habitación, caminaba nerviosa y cuando me miró a los ojos se acercó y me abrazo casi con desesperación.

-¿Donde estabas? –me preguntó mirándome con preocupación- Todos se están marchando de la casa–

Sin poder contenerme la beso aliviado de poder darle tranquilidad, de tener un lugar donde ella esté a salvo, me demoro un momento más antes de tomar su rostro en mis manos y hablarle.

-Tranquila nalla -beso su frente- Vine a buscarte –

La llevo hacia la cama y hago que se siente mientras me arrodillo frente a ella

- vas a estar a salvo, nalla –tomo aire para explicarle todo

- He hablado con Anabelle y Throe –me mira sorprendida y yo asiento- sí, he hablado con ellos y van a ayudarnos, en realidad van a hacerlo por el aprecio que te tienen a ti, nalla, conmigo solo han sido…piadosos –miro y veo un pequeño bolso- Anabelle va a brindarte como refugio una de sus casas, allí podré quedarme contigo para protegerte y podrás seguir siendo nuestra sanadora si así lo deseas –te miro orgulloso- hasta dijo que podrías estudiar si lo deseabas…


DANIKAH

Lo observo sorprendida cada vez más con lo que me va contando y apoyo una mano en su rostro sin poder creerlo del todo.

- ¿Ellos serán tan generosos con nosotros sin pedirnos nada a cambio? –lo miro sin poder creerlo del todo y Syphon asiente

- Eso quiere decir que tendremos nuestro propio lugar? Podremos estar allí como si estuviéramos emparejados en verdad? –no lo podía creer aún-.

viernes, 16 de octubre de 2015

La solicitud . Syphon, Anabelle y Throe





Syphon viene de El castillo de naipes se cae

Throe y Anabelle vienen de La resurrecion de Throe



SYPHON
Dejando a Dani con la promesa de volver enseguida para marcharnos juntos me desmaterializo y vuelvo a aparecer frente a la mansión antigua que sólo había visto una vez, había buscado dentro de mis pocas ropas las mejores o menos viejas.

Estaba jodidamente nervioso, odiaba la situación en la que estaba pero por mi hembra y su bienestar haría lo que fuera necesario, eso era evidente cuando golpeo la puerta y cuando el doggen me atiende pido ver a Anabelle, la futura shellan de Throe.


THROE:
- No abras...que vuelva más tarde -

Susurro al oído de mi hembra después de que unos fuertes golpes en la puerta nos hayan interrumpido. Menudo momento que ha escogido el doggen para llamar a la puerta, estaba a punto de darle a mi hembra una tercera sesión de mi especialidad.

Anabelle se ríe por lo bajo cuando le hago cosquillas en el cuello con mi lengua, lamiendo allí donde me he alimentado de su vena, pero el maldito doggen sigue insistiendo. Bufo.

- Estás desnuda y no estás presentable. Que se marche.-

Anabelle hace un mohín y la callo con un beso. El Doggen pica un par de veces más con urgencia. Mi fastidio está alcanzando el nivel de enfado.

-¿Le tienes aprecio a ese viejo? Porque está consiguiendo que me cabree -

Anabelle sonríe y me desarma, no puedo negarme a nada cuando me mira de esa manera. Ríe, me aparta suavemente de encima suyo y consolándome con un " no me molestaría tanto si no fuera importante" se levanta, se pone una bata y recibe al criado mientras yo me tapo mi mas que erecta valía con las sabanas.




ANABELLE
Río feliz y le doy un beso en los labios antes de envolverme en la bata e ir a la puerta, la abro sólo un poco y veo al doggen algo nervioso así que me enseguida mi expresión se ensombrece.

-¿Qué ha pasado? -en voz baja me va contando y enseguida murmuro unas palabras y cierro la puerta para encarar a Throe con la noticia.

Ve mi rostro y se tensa sabiendo que nada bueno es lo que tengo que decirle. Me acerco a la cama y suelto sin más lo que pasaba

- Syphon se encuentra abajo en la sala. No creo que sepa que estás aquí, ha pedido verme y dice que es urgente. Sospecho que en el fondo sabe que estás aquí -veo furia en su rostro y enseguida busco calmarlo-no se arriesgaría si no hubiera pasado algo Throe y aunque él no me preocupa creo que debe ser algo de Danikah, y si es así voy a atenderlo. Me gustaría que me acompañaras -finalizo convirtiendo mi última frase más en un ruego-.