domingo, 26 de mayo de 2013

Una visita a la hora del té. Bella y Rehvenge.




Rehvenge

-¿ Se puede?-

Pregunto en alta voz, picando a la puerta de la habitación de Nalla. Una doggen me ha informado que Bella estaba con Nalla en su habitación. Escondo detrás de mi el peluche en forma de tigre con los tres globos de colores que le traigo a mi sobrina y la caja de bombones a mi hermana. El hermano mayor del peluche que llevo en la mano lo tengo pillado de la cola , y lo arrastro como puedo. El tipo de la tienda no se creía que comprara tantos tigres.

No me paso mucho por aquí mucho y las echo de menos.

La puerta está entreabierta y empujo despacio, para no molestarlas, no sea que Nalla se haya puesto a dormir la siesta, aunque cada vez duerme menos al ser toda una señorita casi. Me apoyo en el bastón para no perder el equilibrio, voy de lado con tanto juguete.



Bella

*Observo a mi pequeña entretenida con sus tareas y sólo puedo agradecer a la Virgen por ese pequeño regalo, por Zsadist, por mi hermano… sonrío triste al recordar a mi hermano, al que llevo tiempo sin ver, al que extraño más que a nada en este mundo.

Levanto la mirada hacia la puerta cuando llaman sorprendiéndome al verlo en el umbral, tan alto, imponente y hermoso como él sólo puede ser.*

- Rehv…



*Susurro su nombre mientras me pongo de pie y Nalla deja caer su lápiz para lanzarse sobre él gritando “Tío!, tío!”, niego divertida ante la impulsividad de mi niña que se lanza a los brazos de su tío haciéndolo trastabillar al intentar mantener el equilibrio con ella y lo que sea que lleve detrás. Me acerco a él para ayudarlo con mi hija*

- Ven cariño-

*Tomo a la niña en mis brazos, sonriendo apenada hacia mi hermano mientras ella envuelve mi cintura con sus piernas. Sólo cuando me aseguro de que no va a caer, me acerco a mi hermano para abrazarlo con toda la fuerza que me da un brazo libre.*

- Me alegro tanto de verte, la Virgen ha escuchado por fin mis súplicas… *me separo de él sintiendo mis ojos escocer*


Rehvenge

Bella se ha emocionado demasiado y eso me hace sentir culpable . Y encima no puedo abrazarla. Y Nalla ha conseguido derretir mi corazón en un solo segundo.

- ¿ Esas lágrimas son por mi? Tahlly - suelto los regalos en una cómoda cercana y el tigretón en el suelo y abrazo a Bella y a Nalla, apretándolas contra mi pecho.- Yo también os eché de menos, hermana.- Miro a mi sobrina que me esta estirando los brazos y pido a Bella permiso con la mirada para cogerla. Bella asiente frotándose los ojos. Su rejilla emocional ahora es demasiado clara para mi. Me obligo a bloquearla y alzo a Nalla que está enorme y que me sonríe encantada.

- Nalla, si casi eres toda una damita. Mahmen Madalina estaría orgullosa si te viera.-

Mi hermana hipa cuando digo el nombre de nuestra mahmen y la abrazo otra vez, besando su frente

- ¿ Me perdonas hermana mía por ser un desconsiderado y teneros descuidadas?- * De repente noto el tirón de Nalla que quiere volver al suelo. Ha visto a Don tigreton . La dejo a su lado y enseguida empieza a acariciarlo fascinada*

- ¿ es para mi , tío?- Pregunta mi sobrina y Bella sorbe por la nariz y me siento un completo gilipollas por provocar esto en mi hermana.

- Si, preciosa, eso es para ti. Es mas grande que tu, pero al paso que creces, dentro de poco le pasaras por dos buenos pies. - La risa de Nalla al lanzarse sobre el peluche nos hace reír a ambos y recojo lo que he dejado sobre la cómoda.

- Tambien he traído al hermano pequeño de tigretón con unos cuantos globos y bombones para mi hermana favorita*


Bella

*Asiento hacia Rehv cuando pregunta por mis lágrimas, segundo antes de verme envuelta entre sus brazos y me siento devuelta al tiempo en que era pequeña y él cuidaba de mi... En ese momento soy consciente de la petición de mi hermano y asiento acercando a mi niña hacia sus brazos.

Sonrío al ver la ternura que mi hermano demuestra con Nalla y sé, con toda la certeza del mundo, que podría ser un buen padre. Cuando pronuncia el nombre de nuestra mahmen, un pequeño hipido escapa de mis labios y el escozor de mis ojos vuelve al ataque provocando que mi nariz se una al grupo para dejarme echa un mar de lágrimas.

Tomo sus regalos en mis manos dedicándoles unos segundos antes de lanzarme a los brazos de mi hermano para abrazarme a él con fuerza*

- No hay nada que perdonar Rehv, estás aquí y estás bien, eso es todo lo que importa.

*Me permito unos segundos con mi cabeza apoyada sobre su hombro, disfrutando de la sensación de protección que me dan sus brazos en torno a mi, antes de sujetar ambos regalos en una mano para poder tirar de la suya hacia la pequeña silla en la que me encontraba yo.*

- Ven, estábamos a punto de finalizar la tarea de Nalla y luego a tomar el té con sándwiches. *Río al ver el gesto de terror en la cara de Rehv* Veo que siguen sin gustarte las tacitas de té, cariño, pero tranquilo. Es la merienda de Nalla que está a punto de llegar.

*En ese momento uno de los doggen llama a la puerta, me acerco de un salto para permitir el acceso al carrito con manjares que Nalla observa con ilusión. Mi niña se acerca con el enorme peluche entre sus brazos, lo cuál nos arranca una sonrisa a los presentes, para ofrecerse a servir el té a su tío. Observo a mi hermano sonriendo de lado.*

Bueno, esa parte no era mentira, Nalla juega al te mientras merienda…



Rehvenge

* Entrecierro los ojos mirando a mi hermana con una sonrisa ladeada . Nalla me coloca una taza frente a mi y coge una pequeña tetera que está al lado de otra mas grande. Curioso que tengan a disposición de la niña un juego de té a su medida junto con el otro. Nalla me pregunta muy educada si me quedo a tomar el té con ellas. Esta muy puesta en su papel de pequeña dama de la Glymera*

- Estaré encantado de tomar el té con usted, Srta Nalla. Sin azúcar y con una nube de leche por favor.-

* Mi hermana esta conteniéndose la risa ante mi respuesta. Bella me hacia esto también cuando era pequeña, veo que no lo recuerda muy bien*

- Nalla tiene mas estilo que tu, hermanita. - veo como Nalla coge la pequeña tetera y vierte parte del contenido en mi taza, luego en la de su Mahmen y luego en la suya . Ni una gota ha derramado al verter el te en mi taza.- La de veces que tuve que cambiarme la ropa después de ser apresado por ti, atado a la silla y obligado a tomar el té contigo.-

*Echo de menos parte de aquella época, donde aun el mundo no estaba vuelto del revés aún.*

- Aparte de contigo y conmigo, ¿con quien mas juega Nalla? ¿ Tiene amiguitos de su edad? -

Me llevo el te a la boca y abro los ojos como platos dirigiéndole a mi hermana una mirada reprobatoria al degustar el sabor de la taza.

-¿ té de flores? ¡¡¡Bella!!!-

* Odio el te de flores , siempre lo he odiado, donde este un buen earl Grey... pero la mirada de Nalla curiosa , me hace callarme de golpe y tragarme todo lo que tengo en la boca.*

- MMMMMMMMmmmm. Buenísimo el té Srta Nalla, !exquisito¡-

Ahora solo falta que entre el padre de la criatura y entonces si que nos reiremos todos.



Bella

- Mandé a hacerlo expresamente para ella.-

*Murmuro hacia mi hermano al ver su sorpresa cuando Nalla comienza a rellenar nuestras tazas y sirve las pequeñas pastas de té sobre nuestros platos.

Intento ocultar una sonrisa detrás de la taza cuando hace mención a nuestros juegos cuando éramos pequeños.*

- Oh Rehv, si te lo pasabas muy bien conmigo y el señor Motas tomando el té. -

*Dejo mi plato sobre la mesa para tomar una servilleta con la que secar mis labios antes de responder a mi hermano cuando su reproche me hace reír a carcajadas, lo que llama la atención de mi hija.

Beso su frente e intento explicar que es una broma entre su tío y yo, lo cuál parece servir pues vuelve su atención por completo a su taza y su nuevo compañero de juegos: el peluche que le ha regalado su tío.

Me acerco a mi hermano acariciando con cariño su hombro a la vez que luzco una mirada divertida*

- Había olvidado que el té de flores no era de tus preferidos, hermano, pero no puedo dar otro tipo de te a Nalla. Es muy pequeña para tomar Earl Grey o cualquier otro que no sea el suave de flores. Y, haciendo referencia a tu pregunta, juega con algunos doggen o Mary *sonrío de lado* o su padre cuando estamos en casa o con algunos de los niños cuando visitamos a Marissa en Lugar Seguro.

*Retiro, con cariño, la taza de mi hermano y bebo su contenido cuando Nalla no nos mira antes de exclamar con una gran sonrisa*

- Mira Nalla, al tío Rehv le ha gustado mucho el té, tanto que ya lo ha terminado!-

*Aunque no veo la cara de mi hermano puedo imaginar el horror que se pinta en ella cuando mi pequeña ofrece servirle otra taza.*



Rehvenge

* Entrecierro los ojos a mi hermana cuando Nalla no mira, prometiéndole solo con mi mirada que mi venganza será terrible*

- Nalla, está buenísimo el té. Tu mahmen y yo de pequeños, tomábamos mucho té ...pero te aseguro que nunca lo hizo tan bueno como tu.-

* Nalla sonríe encantada y muy orgullosa de ser una buena anfitriona , y después de servirnos y conversar como lo hacen los niños , fingiendo ser adultos, se levanta y se lleva el tigre consigo para enseñarle a sus nuevos amigos.

Sonrío feliz de ver que mi regalo ha dado en el clavo y me dirijo a mi hermana, ahora lejos de los oídos de mi sobrina*

- Cada vez me recuerda mas a mahmen. Tiene los ojos de Zsadist, no hay duda...pero mahmen está en ella-

* Hablar de nuestra madre siempre nos llena de nostalgia, pero quiero recordarla siempre, no porque haya pasado al ocaso, dejaré de sentir lo que un hijo siente por su madre. Cierro los ojos un momento y abro la boca encontrándome los ojos de mi hermana que me mira curiosa. No suelo estar tan reflexivo con ella, y me conoce como para saber que quiero decirle algo. Mi hermana me parece la persona mas indicada para hablar de esto, no podría confiar en otra*

-Nunca pensé en tener hijos Bella, pero ahora me lo estoy pensando muy seriamente. ¿ Crees que puedo ser un buen padre?-

* De repente el teléfono de mi abrigo suena con insistencia y con fastidio, recojo la llamada mirando antes en la pantalla quien es. Assail.

Si me llama es porque es importante. Bella me mira con ojos curiosos al ver mi rostro de preocupación*

- Lo siento Tahlly, debo atenderla...-

* Digo mirando al móvil como si estuviera vivo. Bella me sonríe y asiente. Me aparto un poco de Bella y abro la llamada. Las noticias de Assail no me gustan , y la preocupación poco a poco va tiñendo mi rostro. Cuando cuelgo miro de frente a Bella*

- No puedo quedarme mas hermana, asuntos urgentes me requieren. Me despediré de Nalla en su habitación. No voy a quedarme sin mi beso de despedida de vaca que tanto me gusta.-

* me inclino hacia Bella y la beso en la mejilla, acariciando su pelo.*

- Volveré con mas tiempo Bella, y a poder ser con el móvil dejado en la habitación.-

* Bella sonríe amable y me encamino hacia donde está Nalla con sus peluches enormes.

Algún día sí que podre tener esta conversación.*


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