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jueves, 6 de noviembre de 2014

Las cartas sobre la mesa. Anabelle y Throe.


Viene de" No mas juegos"

THROE:
*Ni bien se pone el día, desaparezco de nuestro nuevo hogar, uno que ha financiado mi prometida para conseguir algo que necesito para nuestra entrevista de hoy. Le prometí que hablaríamos y lo haremos.

Mi prometida.

Respiro profundamente mientras sopeso bien lo que significa eso. Por mucho que quiera disfrazarlo de acuerdo o contrato, estoy metido en ello con algo mas que mi nombre y mis papeles. El destino ha sido tan amable de vincularme a la hembra con la que me he prometido...lo que sería algo bueno si ella no me odiara por completo.

¿ Quien dijo que mi mundo era fácil? Naaah. Parece ser que en algo he ido ofendiendo a la Virgen Escribana o a las Parcas del destino porque se empeñan en fastidiarme la existencia cada vez que pueden. Y no lo digo porque me hayan vinculado, no señor ... eso en sí me parece incluso poético, si no porque podían haberlo hecho con alguien que no me aborreciera. Porque vinculado significa enamorado...y lo estoy hasta la médula.

En fin, nada es perfecto.

Miro hacia el cielo estrellado de esta noche y libre de nubes.Y compruebo que llevo en el bolsillo lo que acabo de comprar en las joyeria West Essex Y sonrío de lado. Ojalá lo acepte y no me tire a la cara.

Camino por la avenida que ahora empieza a apagarse al ir cerrando los comercios y cuando me zambullo en las sombras, me desmaterializo hacia la antigua casa de Keegan, el hogar de mi futura shellan.

Tras materializarme sigo el mismo procedimiento de siempre, presentación al servicio, espera de la señora de la casa el vestíbulo y luego la consabida visita guiada hacia la biblioteca.

Quizá algún día esto varíe un poco, digo yo.

Espero a Anabelle sentado en el sillón y gruño al oler aun en él el aroma de Lucan. Si no quema este mueble lo haré yo, me vuelve loco el olor de otro macho en su casa.Como lo huela sobre ella, no se de que seré capaz*


ANABELLE
*Aliso la falda del vestido color verde, la falda amplia acaricia mis rodillas con suavidad. No sé porqué me había puesto vestido, estaría más cómoda con un par de jeans pero no queria estar desarreglada para cuando viniera Throe.

El golpe a la puerta de mi habitación y la doggen avisando de la visita me hacen contener el aire. Aliso una vez más la falda en forma nerviosa y bajo a la biblioteca.

Lo observo sentado con comodidad en el antiguo sofá y sus ojos me recorren de forma casi insultante, como si estuviera evaluando una mercadería. Suspiro elevando la barbilla, eso mismo era para él. Una mercadería que había adquirido por el precio de una venganza*

- Buenas noches Throe. ¿ Deseas algo de beber? -

*Pregunto sonriendo fríamente*