domingo, 7 de julio de 2013

Una cena accidentada. Parte 1. Mary, Bella, Marissa





MARY:
-Es hermoso y muy de época- susurro a mis acompañantes mientras entramos a Sal's, el restaurante italiano, de uno de los socios del hermano de Bella y ahora compañro en la mansión.

Esta noche después de ir a lugar seguro hemos decidido salir a cenar fuera, Bella quien nos acompañó hoy a Marissa y a mí, para ayudar a las madres primerizas del hogar estaba encantada con la idea, hasta que descubrió el “procedimiento”.

Los machos de la casa armaron todo un espectáculo, una enorme discusión sobre seguridad, con gruñidos y bufidos incluidos y que termino con la resolución de que tendríamos auto de puerta a puerta y un chaperón.

Rhage por supuesto no se quedó atrás, una vez que volvimos a nuestro cuarto, se lanzo sobre mí en la cama, con puchero incluido, susurrándome al oído las ventajas de faltar hoy a mis labores y quedarme con él, hasta que tuviera que patrullar.

No funcionó, yo personalmente adoro a todos en la casa, pero de vez en cuando extraño la libertad de vagar por la ciudad sin rumbo fijo, salir a tomar un café o simplemente pasar el rato.

Y al parecer no soy la única, sonreí distraídamente  mientras Marissa y Bella toman asiento junto a mí en una mesa del rincón, bajo la atenta mirada de Iam, nuestros chaperón asignado, mientras charlamos  animadamente.




BELLA:
Asiento como confirmación a las palabras de Mary cuando hace mención al estilo del restaurante.

- Iam ha sabido darle ese toque de clase que necesitaba el lugar.-

Nos sentamos juntas en una mesa del rincón mientras cada una se sume en sus pensamientos durante unos segundos.



Había aceptado visitar Lugar Seguro para echar una mano a Marissa y Mary Luce cuando surgió la idea de cenar fuera, una cena de chicas para disfrutar una noche sin la atenta vigilancia de los hermanos.

Pero el tiro nos salió por la culata.

Suspiro al recordar la casi discusión mantenida con Zsadist cuando quiso ofrecerse él mismo a ser nuestro vigilante por esa noche.

- Adoro a Zsadist pero debo admitir que algunas veces extraño demasiado la libertad que gané cuando me marché de la casa familiar. Esa libertad para ir y venir sin rendir cuentas a nadie.-

Hablo con Marissa mientras esperamos que nos traigan la carta, algo que Iam hace gustoso. Se ha  tomado lo de ser el vigilante al pie de la letra, cuando se acerca a hacernos algunas sugerencias.

- Una copa de vino estaría muy bien para acompañar la cena, ¿no creéis?-





MARISSA:
Asiento encantada hacia Bella y suelto una risita mirando a Mary.

- Adoro el vino. Es una excelente idea, Bella. Iam, ¿ que vino nos sugieres? ¿ Tienes algún especial de la casa que acompañe tus sugerencias?-

*Oímos al sombra enorgullecerse de decirnos que una de las mejores bodegas de California les sirve directamente el vino , que incluso tiene dos variedades distintas para elegir de cabernet sauvignon tinto californiano. También nos recomienda en vez de tinto, un rosado italiano . Nos recomienda los fetuccini que el mismo prepara y que están exquisitos.

- Dime que tienes algún tipo de variedad de lambrusco y serás mi héroe, Iam-

El sombra sonríe mostrando unos dientes blanquísimos y asiente con la cabeza, diciendo que tiene el mejor y que tengo buen gusto.

- Que os parece chicas ¿ tinto o rosado? ¿ californiano o italiano? Yo quiero de esos fetuccini que tu sabes preparar, Iam. Son deliciosos. Ni siquiera Fritz consigue quitarte el puesto en esa especialidad -

Sonrío a mis compañeras de mesa.

- Y pensar que antes de estar con Butch habría pedido una ensalada con poco aceite y nada de sal.
¡ Virgen! que liberación no tener que estar dieta. Butch no deja de decirme lo mucho que le gusta cogerse bien de...

 Enrojezco de repente.

- Bueno..ya podéis imaginaros de donde- Suelto con una risita. No hay nada mas liberador que poder tener amigas y hablar de forma deshinibida.




MARY:
Sonrió abiertamente por el comentario de Marissa, mientras Iam nos trae vino y la especialidad de la casa, la comida se ve deliciosa.

El suave pitido del móvil llama mi atención, es Rhage en su papel de controlador, no puedo creer como pueden caber tantas preguntas en un mensaje de texto: Como están? Todo bien? Ya terminan? Etc…

-Estos machos- musito guardado el móvil – Que no recuerdan que nos conocieron independientes, si fuera Rhage estaría encerrada en la habitación (sobre la cama y cubriéndome con su cuerpo, digo para mí misma) para siempre- digo resoplando.

Creo que he sido demasiado trágica, ya que las chicas ríen suavemente y no puedo evitar unírmeles.

El ambiente es sumamente acogedor y la conversación navega entre temas varios.

-Esto es tan relajante, ojala las otras shellans puedan unírsenos en otra ocasión- digo saboreando el espagueti.



BELLA:
El comentario de Marissa nos roba sonrisas cómplices a Mary y a mi mientras la comida no se hace de esperar, algo que dejaba en buen lugar a nuestro vigilante.

No puedo evitar gemir de placer al probar la suave salsa que acompañaba la pasta, mira a las otras hembras que me miran ocultando una sonrisa detrás de sus copas de vino.

- No finjáis que no sentís placer al probarlo porque yo estoy tentada a llevarme un poco de esto para esta noche…-

Mi mirada debe ser cual espejo cuando mi mente vaga entre ideas sobre probar esto con Zsadist, y de paso convertirme en su postre, y mis compañeras de cena comienzan a reír.

- Sois de lo peor chicas jajaja-

Las miró a ambas sabiendo que no puedo contar con mejores personas en mi vida, personas de las que estoy orgullosa de llamar familia.  Levanto mi copa hacia el centro de la mesa después de limpiar mis labios con la servilleta.

- Por nuestros maridos – utilizo esa frase para no levantar sospechas entre la clientela humana del local , sin los cuales no podríamos vivir…-




MARISSA

Alzo mi copa de vino y brindo con ellas riendo.

- No podemos vivir sin ellos pero necesitan un par de lecciones de como dejarnos respirar de vez en cuando-

Reímos, dejamos las copas y nos lanzamos de lleno a los platos. Saboreo cada bocado de fetuccini porque están increíblemente buenos. Iam no nos pierde de vista mientras le vemos atender a otros clientes. La cena se desarrolla de forma agradable. Me encanta poder tener una noche de chicas.

- Mary tienes razón, sería muy bueno que hiciéramos esto alguna vez todas juntas. Pero no sé yo si Wrath dejaría a Beth venir aquí sola sin él. Butch es un poco menos protector que los demás al haber sido...bueno, ya sabéis.- No termino la frase para que los demás no me oigan-  Para mi es como un bálsamo tener a Butch.  Havers era mucho mas estricto y controlador. Ni de cerca me hubiera dejado comer esta delicia-

 Termino la frase metiéndome un bocado en la boca, sin tener en cuenta los modales que desde niña me inculcaron. Esta cena quiero tomarla de forma normal, sin tener que pensar en calorías, formas de colocar el cubierto en la mesa ni nada. Noto como muchas miradas están sobre nosotras y me sonrojo.

- Hay muchos humanos en el restaurante chicas, y nos están mirando..-




MARY:
Alzo la mirada, para constatar que en realidad somos el punto de mira de varios de los comensales del local.

-Seguramente es su culpa – digo sonriendo burlona a las dos vampiras que me acompañan-

Las dos están tan despampanantes como siempre, la belleza innata de la raza destaca en ellas, aunque sé que no llevan nada especialmente provocativo, como la gran mayoría de los habitantes de la mansión, su sola presencia los hace destacar. Es la misma reacción que recibe la increíble belleza de mi hellrem a los ojos de los demás.

Me percato que varios hombres levantan sus copas a manera de saludo, en nuestra dirección y el rubor tiñe mis mejillas.

Miren cuantos admiradores- digo un poco más seria, espero que los sombras no estén prestando mucha atención a lo que ocurre o esta será nuestra última salida. Sé que mi macho no estaría muy contento si supiera, que soy objeto de atenciones por parte de otros hombres, aunque obviamente las atenciones no sean para mí, sino más bien para mis acompañantes.

Escucho a Marissa exclamar, cuando una botella de vino blanco es enviada a nuestra mesa por un grupo de hombres en una de las mesas aledañas.




BELLA:
Miro de reojo a nuestro alrededor para comprobar las palabras de Mary y Marissa. Varios hombres, humanos todos, que se encontraban en el lugar habían centrado su atención en nosotras.

Era extraño llamar así la atención sabiendo que no significaba nada para nosotras. Ay! la vida de pareja nos había convertido en adictas a nuestros hellrens hasta el punto de que nos volvemos indiferentes, hasta cierto punto, a las atenciones de otros machos.

Doy un sorbo a mi copa de vino tinto, atragantándome con el cuándo el sumiller llega a nosotras con esa botella. No puedo controlarme más y comienzo a reír detrás de la servilleta pues me doy cuenta de la mirada que la sombra lanza a los pobre humanos, probablemente estuviese midiendo su tamaño para la caja de pino que tendrían que usar como nuestros machos se enterasen de ese regalo.

Mi idea parece no ir desencaminada del todo cuando aparece al lado del sumiller y lo obliga a retirar la bebida para después girar a nosotras, con una mezcla de regaño y arrepentimiento, y pedirnos que terminemos la cena haciendo gala de muy buenos argumentos: “cómo vuestros maridos sepan que he permitido que aceptaseis regalos de otros, estoy acabado”, “no es que no os quiera aquí, habéis alegrado mi noche pero la integridad de mi persona va primero” y la mejor: “os prometo doble ración de postre la próxima vez”.

- Chicas, no demos más dolores de cabeza al pobre – miro la hora en mi reloj de muñeca – además, es hora de volver a casa o los señores se pondrán de los nervios.

Nos levantamos, no del todo contentas con esa decisión pero era lo que tenía ser compañera de un guerrero sobreprotector, y tomamos las pequeñas cajas que Iam nos tiende con grandes raciones
 de postre. Según él es para compensar nuestra marcha prematura.


- No olvides que volveremos y pediremos esa doble ración... – lo miro intentando parecer seria y amenazante pero termino riendo con las demás cuando mi máscara se esfuma - …ha sido un placer, gracias por una noche amena Iam.

Tras despedirnos de él, salimos al ambiente fresco de la noche en Caldwell ansiosas por continuar con nuestra noche de chicas y, a la vez, deseando llegar a casa para hincar el diente en nuestros postres y por qué negarlo, en nuestros machos también.





MARISSA 
 Acompaño a mis amigas y confidentes hacia la calle riendo , con mi caja de postre en la mano y veo de reojo como Iam se detiene en el umbral de la puerta cuando iba a salir a la calle con nosotras. Un macho como él le intercepta en el camino y veo como Iam de repente cambia su expresión a otra mas taciturna.No parece que le agrade la presencia que tiene en frente, pero le hace una reverencia y lo lleva al interior del local, ignorándonos a nosotras. Suspiro un poco aliviada diciéndoles a las chicas.

- Al fin un poco de privacidad, Chicas. Iam está ocupado con alguien importante, creo que otro sombra como él . Estamos solas por fin-

Hace años que aprendí a diferenciar a esta raza de nosotros y no me ha sido difícil hacerlo ahora.. Miro a un lado y al otro de la calle buscando el mercedes de Fritz y no lo veo.

- ¿ Veis a Fritz en algún lugar? Yo no. ¿ Y si miramos en la zona de parking del restaurante? Hemos salido mas pronto y seguro que no nos ha visto y está esperando allí -

Encamino la comitiva hacia el parking, que está silencioso, oyéndose solo el repiquetear de tacones que dejamos a nuestro paso, cuando de repente un aroma nauseabundo llega hasta mi nariz. Me giro de repente alarmada mirando a Bella que se ha dado cuenta antes que yo. Por la reacción de su cara, he deducido bien lo que es ese olor. Lessers

- Chicas, rápido, encontremos a Fritz.- Empiezo a andar mas deprisa- Como me arrepiento haber deseado un poco de libertad. No estaría mal ahora que Iam apareciera detrás de nosotras para acompañarnos al coche-

Apretamos las tres el paso pero yo no consigo encontrar con la vista el dichoso mercedes por ningún lado. Miro nerviosa de izquierda a derecha y sigo con encontrarlo.

- Por favor, por favor...- Rezo a la Virgen para que Fritz aparezca enfrente nuestro.

La caja de postre se me cae al suelo cuando lo que aparece de detrás de una furgoneta es un lesser acompañado de otros mas que se dirigen directamente a nosotras.



MARY:
Me sobresalto cuando la mano de Bella apresa dolorosamente mi muneca y tira de nosotras hasta pegarnos a la pared. Un grito se queda en mi garganta al darme cuenta el motivo "lessers"digo apenas.





BELLA:
Sujeto a Mary mientras salimos corriendo, estaba segura de que mi rostro habría demostrado el terror que sentía dentro de mí, hasta que nuestro camino es bloqueado por una pared.

- Maldición!

Nuestras caras deben ser un cuadro cuando uno de ellos saca un cuchillo y da un paso hacia nosotras, si fuese uno sólo podríamos reducirlo y aprovechar para huir pero al ser un grupo era imposible; igual o más que cuando éste desaparece de su mano, extremidad incluida.

- Pero qué…?!


CONTINUA en Parte 2.  Una cena accidentada. Aparece la caballeria

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