PAYNE
Miro hacia delante y bufo de nuevo.
Otra vez. Otra maldita vez que Tohrment me vuelve a colocar cómo guardaespaldas de una hembra para que pueda salir de compras o a hacer lo sea fuera que de la mansión. En circunstancias normales, me daría igual, es mas, me encanta ser útil...pero que Xhex y yo seamos a las únicas a las que manda estas tareas, y al resto de machos les envie a patrullar ...eso me cabrea. Mucho.
Esta vez ha sido Ehlena, la shellan de Rehvenge, que al parecer no tiene nada mejor que hacer que acudir a una de esas reuniones de ex compañeras de trabajo . Menos mal que son civiles y no tengo que soportar a ninguna aristócrata; me dan ganas de sacudirlas a bofetadas cuando empiezan con sus tonterías. Ehlena es de la Glymera, pero su comportamiento es totalmente distinto al resto de sus congéneres. Ella es amable y generosa. Y me mira de forma normal.
Me mantengo un paso por detrás de Ehlena mientras ella entra y se reune con sus amigas en una cafetería cercana a la clínica de Havers. Al parecer, son sus antiguas amigas enfermeras y estas reuniones las hacen una vez al mes
Le echo un ojo alrededor, y no detecto peligros potenciales; tres humanos en un rincón quejándose del precio de la gasolina, dos hembras humanas también en la otra esquina despotricando de sus machos ( para que están con ellos si se sienten tan infelices?) y en el otro extremo, las civiles con Ehlena, que ya está sentada entre ellas contándose anécdotas.
No hay nada peligroso aquí dentro y yo me estoy asfixiando.
Me acerco a Ehlena y le digo al oído
- Estoy en la puerta, vigilando el perímetro. Cualquier cosa, pega un grito-
Ella me mira de reojo y asiente resignada. Ha intentado que me sentara con ellas; al parecer mi aspecto y el hecho de que sea su guarda espaldas, les ha fascinado tanto, que alguna me ha pedido hasta un autógrafo. No entiendo a las civiles. Y me gustaría, porque veo que se lo pasan muchísimo mejor que las aristócratas y que mis hermanas elegidas.
Salgo a la calle y me quedo apoyada al lado de la puerta, mirando al frente pero con los sentidos en todas partes.
Nada relevante, solo los ruidos de Cadwell de noche.
Así pasan los minutos hasta que llega a mi nariz un tufo que conozco al segundo.
Lesser.
Y demasiado cerca de la clínica.
Eso es malo, muy malo.