domingo, 17 de mayo de 2015

Cacería de brujas. Fan Fic HDN. Tohrment y Lassiter.Capítulo 2.


viene de capitulo 1.

Tohrment
Tohrment observó la escena en silencio, alzando una ceja ante la actuación de Lassiter. Durante el tiempo que duró su experiencia juntos, mientras él fue su misión particular y su billete de regreso del between, el ángel había demostrado guardar en su manga ases suficientes para saltar todas las bancas de Las jodidas Vegas. Su "interrogatorio" instantáneo al joven macho era un espectáculo digno de ver, aunque Qhuinn no opinase lo mismo.

- Lassiter, no sé qué se estilará entre los tuyos, pero por aquí apreciamos la intimidad. No vuelvas a hacer algo semejante sin pedir permiso al dueño del cerebro, o dejaré que le aticen al tuyo hasta convertirlo en un batido, ¿estamos?

El aludido no respondió a la pulla; tomó asiento y soltó su bomba como si la noticia no fuese malditamente preocupante.

- ¿Extintos? ¡Joder! ¿Has dicho extintos?

Si hasta ese momento había permanecido más o menos impasible ante la escena desarrollada en el despacho, en ese momento el macho se incorporó tras su escritorio y apoyó ambos puños cerrados en la mesa mientras adelantaba su cuerpo sobre la superficie de madera.

- ¡Dime que estamos hablando de un animal extraño, de una especie poco conocida, Lassiter, porque lo que me parece entender de tu perorata me está provocando una jodida jaqueca!



La expresión del ángel permaneció seria, cosa que preocupó a Tohrment más que nada de lo dicho hasta ese momento.

- No vas a ir solo. No es así como trabajamos y, dado que vives y comes aquí, espero que entiendas que también trabajas aquí. Si quieres considerarte pluriempleado, a mí ya me vale, pero vas a llevarte a alguien de respaldo. Y quiero un informe en el puto instante en que entres en la mansión, me has comprendido?

Sabía que se estaba tomando demasiadas atribuciones.

El ángel iba por libre y no respondía ante nadie- quizás, ni siquiera, ante su Hacedor- pero también sabía que no los dejaría en la estacada y que era un guerrero, al igual que todos ellos, por eso le había pedido hacía unos meses que asistiese a estas reuniones.

Se dejó caer pesadamente en el sillón mientras se frotaba el cuero cabelludo como si pudiese borrar de su cerebro las imágenes que Qhuinn había convocado en sus cabezas. Presentía un peligro aún mayor que los bastardos o los snobs de la glymera.

Si la amenaza iba dirigida directamente a las hembras de la raza, podría desatarse un jodido infierno en todas las capas de la sociedad. En su cabeza comenzó a elaborar el informe para el rey, sabiendo que, fuese cual fuese el resultado de la investigación de Lassiter, las cosas iban a ponerse muy calientes en las calles a partir de ese momento: Ningún ser podía amenazar a una shellan, a una hija, a una hermana, y salir vivo de ello. La indignación, la ira más violenta se estaban acumulando en el pequeño cuarto, y eso, dado que aún faltaban algunos de los vampiros más peligrosos- léase Zsadist, Vishous o la misma Payne, prometía un pequeño infierno de regreso.

- Butch irá contigo, y por favor, no te impacientes con esto. Simplemente, él es bueno recogiendo pistas, ¿vale? Ha sido su trabajo durante mucho tiempo y está más entrenado que el resto para ello. Necesito la información y la necesito para ayer. Wrath está esperando, sabe que algo inusual ha pasado y está de camino desde su retiro con la reina. Su humor no será el mejor para este tipo de noticias, así que tráeme algo que pueda presentar sin que rueden cabezas.-

La seriedad seguía presente en el rostro del guerrero alado; la luz que siempre atenuaba en presencia de las sensibles pupilas de los vampiros, brillaba ahora con fuerza. Por unos instantes le pareció que el tipo fluctuaba desapareciendo por décimas de segundo, como si no pudiese esperar a largarse del despacho. Tohrment sabía que podía desmaterializarse sin las restricciones de la raza, y también que podía desaparecer de la vista sin abandonar la estancia. Butch se puso en pie y se acercó al enorme macho con una sonrisa.

- Vamos allá, muchacho, tú conduces.- dijo el alado.

Teniendo en cuenta que la edad del Hermano no llegaba a la cuarentena y que el ángel era algo así como malditamente eterno y casi inmortal, el comentario tuvo su gracia, aunque nadie se rió en el despacho esa noche. Todas las miradas convergieron en Lassiter, buscando respuestas a algo que les sobrepasaba. Tohrment se levantó una vez más y salió al centro de la estancia para dar por concluída la reunión.

- Eso es todo hasta que tengamos alguna noticia más. No quiero que salga de aquí ni una palabra. Bastantes problemas tenemos ya si esto es lo que parece y son nuestras hembras el objetivo principal de...-

La mirada del líder de la Hermandad se posó en su antiguo protector y trahyner. Metió sus manos en los bolsillos del pantalón de cuero y miró, uno por uno, a todos los machos que le escuchaban preocupados.

- Vigilad a vuestras shellans sin llamar la atención. Lamento esto tanto como vosotros, pero si las sospechas se confirman, podría tener que sugerir al rey la Sehclusion para todas las hembras, lo cual nos pondría en un jodido compromiso con las que no tengan un macho que las proteja.-

Con un gesto cansado, despidió a sus hombres y dirigió al ángel una última petición mientras todos los demás abandonaban el centro de mando. Sus hombros caídos, sus manos guardadas en puños dentro del pantalón, hablaban del peso que soportaba como jefe de la hermandad y de lo que suponía la nueva amenaza añadida a sus preocupaciones cotidianas.

- Cuento contigo, Lassiter. Estoy totalmente perdido en esto, pero necesitamos mantener seguras a las hembras, sea como sea. ¿Es tan malo como parece?-

El ángel le miró fijamente durante unos segundos con sus extraños ojos sin pupilas.

No dijo nada, pero la expresión de su rostro y la rigidez de su postura, le contaron más de lo que quería saber. Salió en silencio, al igual que los demás y cerró la puerta con suavidad tras él. Tohrment permaneció unos segundos en el centro de la estancia con la vista clavada en la alfombra.

- ¡Cristo! ¿Es que no se nos va a permitir un segundo de paz?-

Después recorrió lentamente con la mirada las estanterías cargadas de material de oficina, el cemento agrietado de la pared, recuerdo de un dolor sin límites ni consuelo, la mesa funcional que le servía de escritorio, el viejo sillón que conservaba más por sentimentalismo que por utilidad; dio la orden mental que abriría la puerta y dejó que se cerrase a sus espaldas sin hacer ruido mientras subía lentamente las escaleras. Aún quedaban un par de horas antes de amanecer y sabía que el ángel y el poli no tardarían en regresar. Tenía el tiempo justo de ducharse, comer algo y reunirse con el rey para esperar el informe de los guerreros.

El día iba a ser endiabladamente largo...



EN LAS CALLES

Lassiter
Lassiter se puso en cuclillas sobre la mancha del suelo que había dejado la humana muerta. Y colocó su mano sobre ella para absorber cualquier atisbo de energía que hubiera quedado. Los humanos ya habían retirado el cuerpo y dejado muy pocas pistas, así que Butch no pudo hacer mucho al respecto.

A su espalda Butch estaba vigilando el perímetro del callejón y asegurándose de que nadie irrumpía en el lugar. De todas maneras, él había extendido una capa de invisibilidad sobre ellos...aunque no se lo había dicho a Butch. Le gustaba verle ponerse un poco nervioso y esa era una situación en la que Butch lo estaba.

Butch era católico, le miraba de forma extraña cada vez que él se acercaba, y saber que estaban investigando algo del mundo de Lassiter...al poli le ponía los pelos de punta. Pero era un tipo profesional y no se dejaba abrumar por las sensaciones. Ahí estaba vigilando su espalda. Cosa que no necesitaba. Pero no se lo diría.

Se levantó en toda su estatura y absorbió el ambiente inspirando aire.

Butch enarcó una ceja.

- ¿ Eau de toilette?-

Lassiter se rió ante la alusión a cloaca en francés que había hecho el poli. El lugar olía fatal..pero él necesitaba valorar cada aroma que hubiera.

- Si, del mejor WC del planeta. Pero he olido cosas peores.-

Lassiter se froto las manos para retirar cualquier residuo de sus palmas. Luego dio un vistazo a las paredes del callejón.Butch preguntó.

- ¿ Que Ángel? Algo? Alguna pista?-

Lassiter le miro con aquellos ojos blancos sin pupila.

- Tengo todo lo que necesito, podemos irnos- Su semblante demostraba claramente la gravedad de lo encontrado.

- ¿ Y es..? - pregunto inquisitivo y con cara de"¿ a que esperas para decirmelo?".

-¿ Te lo tengo que contar a ti?- Lassiter sonrió de lado entrecerrando los ojos divertido. No estaría mal divertirse un rato con el poli.

- ¿Hola? - Butch dio una vuelta alrededor suyo- ¿ ves alguien mas por aquí? Nooooooo, soy el único que soporta tus bravatas y de la mansión, se puede considerar que soy tu mayor fan sino contamos a mi hermano que es mas católico que yo ...así que, dale a la lengua ángel y suéltalo todo.-

Butch frunció el ceño y Lassiter sonrió pero esta vez sin ese rictus diabólico en su cara. El poli le caía bien y tampoco era cuestión de ganarse otro puñetazo de forma gratuita. El dolor prefería él decidir como sufrirlo.

- Es lo que sospechaba. Su aroma esta por todas partes y ha dejado vestigios de su esencia aquí. -
Butch se desesperó cuando Lassiter dejó de hablar dejando la frase ahí mismo.

-¿ Yyyyyyy? Ángel, estas acabando con mi paciencia - Lassiter le puso una mano en su hombro .

- Tranquilo fiera. Estarás en casa con tu shellan en un minuto. Es un incubus, una especie muy antigua de demonio o lo que vosotros , los cristianos llamaríais demonio -

Lassiter disfruto enormemente la cara de espanto que surgió en el rostro de Butch en menos de un segundo. ¿ No quería respuestas? Pues ahí las tenía.

- Tranquilo poli, respira...respira profundamente, Te estas poniendo blanco - Butch frunció el ceño y entrecerró los ojos

- Vete a la mierda Ángel! - ¿ Es una broma?-

Lassiter negó con la cabeza.

- Nop, no es ninguna broma.¿ Leíste la biblia de pequeñito? Pues lo que cuentan de los Incubos es más o menos parecido a la realidad.-

No le dijo a Butch, que además sabía quien era ese Demonio. Porque decirlo implicaba asumir una sospecha...que el Incubo estaba ahí por él, o al menos había llegado ahí siguiéndole a él.

Era la explicación mas lógica pero también la mas extraña. Él le había matado hacía mucho No muy bien,  si  era capaz de estar en su ciudad.

Dejo su jocosidad a un lado y su semblante se agravó asumiendo de nuevo su papel de antaño ,el de cazador, y adopto la seriedad y gravedad que requería la situación.

-Debemos ir a hablar con Tohrment y el Rey inmediatamente. Este demonio está suelto en una ciudad plagada de vampiros y si prueba a una de vuestras hembras..ninguna de ellas estará a salvo.-

Butch se estremeció y le siguió hacia el Escalade. Lassiter no dijo una sola palabra. Estaba pensando en como cazarle y matarle...de nuevo. Los incubo no volvían de la muerte. ¿ Como rayos lo había hecho este?


Continua en capitulo 3

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