martes, 26 de mayo de 2015

Cacería de brujas. Fan Fic HDN. Tohrment y Lassiter.Capítulo 3.

Viene de capitulo 2.



Tohrment

Tohr recorría con paso lento el pasillo de las estatuas. Dejar a su hembra a salvo, en su cuarto, entre sus sábanas, donde la sabía segura, calmaba hasta cierto punto la ansiedad que se había apoderado de él con las noticias más recientes. La vibración de su móvil, señalando la llegada de un mensaje, le hizo fruncir el ceño, preocupado.

No había pasado el tiempo suficiente para un análisis detallado de la escena del crimen, a no ser que las pruebas estuviesen a la vista, saltando a los ojos del ángel y de Butch, cosa que dudaba. El sms del poli le dejó más preocupado que antes y apuró el paso hasta el despacho del rey. Sus nudillos llamaron un par de veces y la puerta se abrió por voluntad de su rey.

Entró en el despacho y le vio acomodado tras el imponente escritorio llegado del antiguo país, único vestigio de la fastuosa pompa que rodeaba todo lo que tuviese que ver con la Primera Familia en tiempos de Wrath el Justo.

El jefe de la Hermandad se inclinó, por costumbre, en una reverencia mientras sus labios acudían a besar el anillo saturnino en la mano del rey de la raza. Wrath no parecía estar tampoco en su mejor momento; el sempiterno dolor de cabeza parecía repartirse entre los dos machos como un whisky bien compartido.

- Siéntate y dime que tienes alguna buena noticia, Tohr. Una puta desgracia más en el día de hoy y cuelgo la jodida corona en el perchero de la entrada.-

El aludido no pudo menos que sonreír ante la imagen que pintaba su monarca y amigo. Se dejó caer en uno de los sillones frente al antiguo escritorio y respondió sinceramente con aire cansado.

- Ojalá pudiese hacerlo, mi Señor, pero mucho me temo que las nuevas no son demasiado prometedoras. Los chicos han encontrado el cadáver de una hembra humana: Desangrada, violada de un modo atroz, destrozada prácticamente, debido al abuso sexual al que fue sometida.

El ceño del monarca se profundizó ante la explicación de su segundo al mando.

- Eso es muy jodido, una situación de mierda, pero si es humana poco tiene que ver con...-

Torhment no le dejó terminar. La inminente llegada de los dos machos con el resultado de su investigación, le forzaba a resumir el cuadro rápidamente.



- No había rastro de olor humano en ella, mi Señor... ni tampoco vampiro. Acabo de recibir un mensaje de nuestro poli y se resume en un par de líneas.

Sacó su móvil y leyó el sms que le había enviado Butch: "Cristo Bendito! Cómo podemos hacer frente a esto? Ni las oraciones pueden proteger a un alma de algo así!"

El rey se echó atrás en su silla de madera tallada, a juego con la mesa, y una de sus manos bajó a acariciar a George, tumbado a su lado, como siempre, compañero inseparable y ayuda insustituíble para el rey ciego.

- ¿Qué mierda quiere decir eso, T?-

Su voz, ronca y profunda, estaba teñida de preocupación.

- No tengo ni idea, mi Señor, pero sea lo que sea lo que ha sucedido ahí afuera, está en el ámbito del ángel, no en el de la raza, y no sé hasta qué punto podemos controlarlo con nuestras habilidades y conocimientos. Lassiter y Butch estarán aquí en unos cinco minutos para presentar su informe, y espero, por nuestra jodida cordura, que el ángel traiga soluciones además de problemas.


Lassiter
El camino hacia la mansión no fue de lo mas divertido .

Butch conducía inmerso en sus pensamientos y Lassiter iba mirando por la ventana en una especie de trance. Solo cuando al ángel se le antojó poner la radio con la mente y dejar que sonara a todo volumen el  tema de  Barbra Streisand " Woman In love"  Butch soltó una maldición y se acordó de todos los santos que alguna vez hubiera oído. El ángel se divirtió bastante en los últimos kilómetros de viaje al oír a Butch y comprobar que era un buen católico con una buena memoria.

Cuando llegaron , Lassiter le siguió sin objetar nada ni soltar ninguna de sus bromas y fueron directos hacia el despacho del rey Wrath.

A Lassiter las visitas al rey le divertían todavía mas que las maldiciones del poli. Siempre intentaba descentrar los engranajes de la mente del rey, era muy estimulante verle fruncir el entrecejo, elevar las cejas detrás de esas gafas y esperar a oír que burrada soltaba con su estilo indiscutible de vampirus cromagnonis realensis.

Entró detrás de Butch y observó que Tohrment estaba también en el despacho esperando.

Perfecto así no tendría que repetirse. Odiaba perder el tiempo duplicando trabajo o esfuerzos.

Butch se sentó en el sofá de siempre y le hizo una señal de “ todo tuyo fantoche” y Lassiter sonrió de lado.

-Buenas noches majestad. Tohrment.- inclinó su cabeza saludándolos. Hacia unas horas que habían estado hablando pero le dio por ser formal en ese momento.

Cuando el rey asintió e iba a abrir la boca, Lassiter se dejo caer de un salto sobre el asiento que había al lado de Tohrment. Seguro que Wrath había fruncido el ceño detrás de esas gafas. Lassiter sonrió de buena gana. Aquí iba el espectáculo real de cada noche.

– Buenas noches Lassiter. Toma asiento por favor...ah no, que no puedes porque ya lo has hecho.-
Wrath dejó el tono sarcástico para ponerse mas serio - ¿ Aun sin modales frente a mi presencia, ángel? Dame un motivo para no echarte del despacho ahora mismo. No pertenecerás a mi raza, pero vives bajo mi techo, te comes mi comida ,y estas ahora mismo ante mi presencia.-

El rey se inclino hacia delante sobre el escritorio apoyando sus codos en él, sacando sus colmillos y haciéndolo crujir de lleno. Hoy debía dolerle la cabeza mucho , había tardado cero coma siete segundos en responderle. A cualquiera le intimidaría esa pose de que prometía una buena dosis de crueldad , desmembramiento y alguna cosa mas que los vampiros proyectaban, pero a Lassiter no. Lassiter se limito a limpiarse el polvo del abrigo de cuero que le había birlado a Tohrment hacia meses y a sonreír mostrando sus colmillos.

– Os privaría de mi maravillosa presencia majestad, y eso seria una verdadera pena..- Wrath gruño pero Lassiter le interrumpió- Además de que os perderíais el informe que traigo de la investigación que hemos hecho el agente poli vampiro Butch y yo - Y luego tensó aun mas la cuerda chasqueando los dedos y quitándole la cefalea al rey de un plumazo. – Y además, os perderíais mis maravillosas cualidades analgésicas. Bayer me quiere hacer contrato permanente pero les he dicho que no... si no tengo tele por cable ni M&M continuamente, no me interesa. Y Fritz me surte generosamente en vuestra casa-


Tohrment
El persistente dolor de cabeza de Wrath desapareció en una décima de segundo como si nunca hubiese estado ahí. Ni siquiera perduraba ese eco grave de dolor que solía sustituir a las cefaleas cada vez más frecuentes del rey ciego.

Frenó en el aire el impulso que le había llevado a levantarse de su sillón y contuvo el deseo de golpear al desgraciado que se sentaba, tan irrespetuosamente como de costumbre, al lado de su segundo al mando. Sabía que el alivio era cortesía suya y, a desgana, asintió mientras se sentaba nuevamente, reconociendo con ese gesto su agradecimiento por la medicina no solicitada.

- Uno por otro, ángel. Sigues teniendo unos modales de mierda, pero los pasaré por alto por... Bueno, por esta vez.-

Lassiter sonrió sin pronunciar palabra aún a sabiendas de que Tohrment y Butch ignoraban qué asunto se trataba sin palabras entre el rey y su invitado. Fue el último momento relajado de aquella reunión. El ángel se puso serio de repente, el poli recostaba su cabeza en el respaldo del sofá, como si soportar el peso de sus ideas fuese demasiado difícil esa noche y Tohrment esperaba pacientemente, sus cejas alzadas mirando a su sombra dorada y esperando el informe de lo descubierto en el callejón.

- Y bien, Lassiter? Dinos de una vez de qué cojones va esto.

- Demonios- dijo el interpelado- o más bien un demonio, para ser exactos.-

Salvo Butch, que ya había conocido las malas nuevas, los vampiros se irguieron, incrédulos, en sus respectivos asientos.

- ¿Demonios? - Rugió Wrath a voz en grito mientras se echaba hacia adelante sobre el inmenso escritorio- Jamás se han mezclado con la raza; siempre han respetado nuestros territorios. Es más, la inmensa mayoría de los vampiros ignora su existencia. ¿Quieres decirme qué hacen aquí y precisamente ahora, con los malditos bastardos, la guerra contra la glymera y la sociedad lessening dando por culo más que de costumbre?

El monarca sintió la ira madurando en su cerebro a marchas forzadas, impulsándole a agarrar al hijo de puta por las solapas de su abrigo de cuero y sacudirlo hasta que dejase de brillar.

- Por qué está aquí y cuáles son sus intenciones? Quién es y cómo acabamos con él? no quiero otro puto problema perturbando la paz entre los míos, Lassiter, así que dime que tú vas a ocuparte de los cabos sueltos de tu deidad!-

Antes de que el ángel pudiese responder- cosa que no era segura, dado su extraño y perturbado sentido del humor- Tohrment miró fijamente a su amigo y le pareció detectar un tic en su mandíbula, un gesto casi imperceptible y que pasaría desapercibido a quien le conociese menos que él. La tensión que denotaba, la inusitada preocupación de un ser tan letal y con tales poderes, le preocupó como el mismo demonio. Supo sin lugar a dudas que había algo personal en el asunto.

- ¿Le conoces, verdad?  ¿Es uno de los que intentaron matarte?

Un ligero asentimiento dirigido a él y su expresión por fin seria le llevaron a la siguiente pregunta.

- Dijiste que si descubría a nuestras hembras no podríamos detenerle. ¿Qué significa eso, Lassiter?

Continuará....




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