domingo, 7 de junio de 2015

Cacería de brujas. Fan Fic HDN.Tohrment y Lassiter Capitulo 4


 




Viene de capitulo 3 .

Lassiter
Lassiter adoptó su poco habitual seriedad  en una fracción de segundo. No era el momento de hacer el imbécil ni de disimular.

La pregunta de Tohrment era el meollo de la cuestión, pero tampoco tenía porque explicar a aquellos que ahora eran sus amigos todos los misterios del universo; unos misterios que no entenderían.

Miró hacia los ojos de Tohr y vio en ellos la preocupación por su shellan. Miro a Wrath y se imaginó que la misma preocupación estaba asentada en la mente del monarca. Hasta podía paladear la misma sensación en la mente del vampiro policía que tenia a su espalda. Sería un verdadero cabrón si se mantenía en su deber de no explicar según que asuntos a los mortales, cuando ellos estaban en claro peligro. Ellos se merecían saber que pasaba en su territorio y a que se enfrentaban .

Siendo honestos...Lassiter necesitaría un poco de ayuda.  Ser un caído implicaba muchs retenciones a su poder original; la última vez que se enfrentó a uno de ellos en la Tierra casi no lo cuenta y además estaba el pequeño asuntillo de que necesitaba un cebo.

Levanto sus manos a modo de rendición.

– OK, Ok chicos, no nos alteremos. Tenéis que tener claro que os cuento lo que o puedo contar...y que lo que voy a hacer ahora seguro que hará que me frían el culo en el futuro-

Si esperaba que los vampiros le ovacionaran, le agradecieran o le dijeran alguna maldita cosa , estaba completamente equivocado porque los tres le miraron fijamente sin pronunciar ni una palabra y manteniéndole promesas silenciosas de “ habla o te cortamos las alas” en sus miradas.

Si ellos supieran....

Wrath carraspeó ya nervioso detrás de sus gafas.Quizá alguno de ellos lo sospechaba pero no había cojones a abrir la boca.



– Vale, os lo cuento pero solo porque sois vosotros.- Tohrment soltó un bufido exasperado. Lassiter sonrió para luego perder la sonrisa en un rictus de seriedad que asustaría a cualquiera.

-Lo que ha matado a esa humana es un demonio, de la clase incubo para ser más exactos. Una especie muy antigua de lo que los humanos se empeñan en llamar demonios y vosotros os empeñais en ignorar. Lo que intentó matarme era algo parecido...pero no de este tipo. –Esa ultima frase iba dirigida a su amigo Tohrment. Se tomó un segundo para continuar accediendo a sus recuerdos y filtrando lo que podía contarles.

- Los extinguimos hace cientos de años, casi mil para ser exactos , a algunos los devolvimos a su lugar de origen. Y cerramos la puerta. Esa jodida puerta quedó cerrada y bien cerrada.-

Él lo sabía porque había sido  el que la habí sellado. Jodidos viejos tiempos. Los que quedaron encerrados a este lado fueron masacrados sin posibilidad de volver al lugar al que pertenecían.

- Como le dije a Butch, si conocéis las leyendas de los católicos, sabréis que los incubos se alimentan de la energía sexual de las hembras . Las seducen fácilmente activando su líbido y las drenan totalmente copulando con ellas hasta que las ellas mueren sin una gota de energía en su cuerpo. Se alimentan así. Para mi siempre fueron una especie bastante estúpida ya que matar a tu propia fuente de alimentación es de imbéciles...pero los Incubus  son así de gilipollas  - Igual que la idiota que los creó y de la que no quería volver a saber nada. Devina.

Lassiter trago saliva de nuevo accediendo a otros recuerdos.

- Nunca les dejamos en el pasado acercarse a otras especies; si, la vuestra no es única especie que da vueltas por el planeta a demás de la humana.- Lassiter elevó su ceja esperando algún tipo de reacción por parte de sus interlocutores, pero los que tenía en frente parecían , al parecer, saberlo todo .Eso si, le miraban atentos; sólo Butch desprendía ese aroma de incertidumbre que él esperaba.

Lassiter se dio cuenta es ese momento que nunca antes le habían prestado tanta atención como en ese momento, y eso era como gasolina para una hoguera llamada Ego.Lo que chocaba totalmente con aquella máscara y version distorsioanda y payasa que se empeñaba en mostrar al granpúblico.

Quizá debería contarles mas historias de demonios una vez pasara todo esto, seguro que sería el alma de la fiesta y de la mansión cuando un rayo lo partiera en dos por abrir la puta bocaza.

El carraspeo de Tohrment le devolvió de nuevo a la realidad y él es removió en el sillón ajustando sus pensamientos.

- Vuestra raza es sexualmente mas activa que la humana. Imaginaos lo que podría hacer un incubus con una de vuestras hembras. La fuente de alimentación seria mas duradera y la energía proporcionada jodidamente superior. ¿ creéis que se contentaría con una sola?-

La preocupación apareció en los rostros de los tres machos a la vez

– Siempre estuvisteis  protegidos por vuestra deidad, vuestra Virgen Escribana...pero no sé si lo seguirá estando con los últimos acontecimientos. Así que ahí tenéis el problema: un incubus en vuestra ciudad y en lo que será cuestión de tiempo que descubra a vuestras hembras. Y se reproduzca en ellas.-
* Los tres vampiros se removieron en sus asientos a la vez. Ahora si que tenían TODA su atención puesta en el ángel.

- Oh si!, pueden hacerlo, en el pasado lo consiguieron con especies aun mas raras. Son como cucarachas. Hay que eliminar a ese demonio-



Tohrment
Nadie pronunció una palabra durante unos instantes que se hicieron eternos en el despacho real. Cada uno de los machos meditaba la nueva información, intentando asimilar las noticias con frialdad de guerreros, pero los tres tenían muy presentes a sus shellans en sus cabezas y la simple idea del peligro al que se enfrentaban les llenaba de una ira que parecía consumir todo el oxígeno de la estancia impidiéndoles hablar. El rey fue el primero en romper el silencio con la voz ronca de ira; sus colmillos, descomunales y mortíferos, casi perforando su labio inferior.

- Me importa una mierda lo que puedas o no contar, ángel. No estamos hablando de tus secretos de alcoba ni de un jodido conjunto de reglas que debas romper.

Ese hijo de puta era responsabilidad de los tuyos; fuisteis vosotros los que le dejasteis con vida para que pueda ahora venir a joder a mi ciudad y amenazar a mi raza.

Lo quiero muerto y lo quiero YA! Cómo cojones lo hagas es cosa tuya, pero no jodas conmigo, Lassiter, ocultándome información. Mi shellan ha estado ayer en Caldwell de visita, y la idea de lo que podría haberle pasado me pone en un estado en el que te juro que no quieres verme!-

Había que reconocerle el mérito al ángel... ni siquiera se inmutó, y esa impasibilidad era algo que no muchos machos podrían haber mantenido.

Clavó su mirada en el rey ciego como si éste pudiese verle de algún modo y entrecerró los párpados como si analizase al vampiro sentado tras el gran escritorio.

Esta raza era un verdadero grano en el culo, una molestia más que tenía que soportar por... ya ni se acordaba, realmente. Tras cumplir su misión con Tohrment y Autumn podría haberse largado con viento fresco, abrirse, perder el culo saliendo de la mansión, saludar a todos los vampiros con el dedo medio y hacer mutis por el foro con una sonrisa de alivio, pero en algún momento del año anterior, esta panda de salvajes en dos patas se había convertido en los amigos que hacía tiempo no tenía. Y, sinceramente, empezaba a estar hasta los cojones de vagar solo por los distintos planos ,sin asentar su culo en un lugar con Tivo y en el que controlase el mando a distancia.

- Vuestra deidad no intervendrá. Tampoco la mía, si vamos a eso. Este es un asunto que tendremos que tratar nosotros, un problema con el que lidiar juntos, si sois capaces, por una puta vez, de aceptar órdenes de alguien...-

Se miró el torso, del cual salía una luz brillante que parpadeaba ligeramente y, por un instante, Tohrment y Butch pudieron vislumbrar la punta de un ala de un inmaculado color blanco con bordes de oro asomando tras su espalda.

- De alguien como yo, por ejemplo.-

Su última declaración fue acompañada de una sonrisa irónica cuya amargura no escapó a la intuición de Tohr.

Demasiado tiempo juntos, demasiado cerca el uno del otro, les había dotado de cierta empatía en lo que atañía a sus estados de ánimo. El jefe de operaciones de la Hermandad no se dejó engañar por la aparente indolencia de Lassiter. Sabía que, llegado el momento de la verdad, el ángel era un activo a tener en cuenta, un guerrero más feroz de lo que ninguno de ellos sospechaba y, sin dudarlo un segundo, un amigo al que le confiaría su propia vida. Su intervención buscaba, como de costumbre, aplacar los ánimos y conducir la conversación al lado práctico, a lo que mejor entendía y con lo que se manejaba: La estrategia.

- Bien, Lassiter. Asumamos, como dices, que se tropiece con una de nuestras hembras. Dices que mata a su fuente de alimentación. Es eso lo que hemos de esperar, entonces? Un cadáver como el de la humana que ha asesinado antes? Dices que activa su líbido pero que nunca antes habrá atacado a una vampira. No sé...- el macho se pasó las manos por la cabeza, preocupado, elucubrando posibles alternativas al panorama presentado por el guerrero de los cielos- quizás no pueda afectarlas, no crees? Nuestras hembras entran en celo una vez cada diez años, y su necesidad no tiene nada que ver con el deseo de las mujeres humanas.-

Continua en capitulo 5.



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