sábado, 27 de junio de 2015

Cacería de brujas. Fan Fic Tohrment y Lassiter. Capitulo 5





Viene de capitulo 4.

Tohrment
La cara de Lassiter estaba ahora terriblemente seria. Se habían acabado los juegos y era hora de elaborar un plan... por el bien de todos ellos.

- No confíes en ello, vampiro. No subestimes los poderes de un íncubo. La literatura les hace tanta justicia como a vosotros, los chupasangres. Si vosotros no brilláis, ni os dedicáis a flotar envueltos en capas y organizando orgías de sangre con las frágiles humanas, ¿qué te hace pensar que un demonio del sexo se limita a follar, comer y abandonar el plato una vez terminada la comida?

Se puso ahora en pie y apoyó el hombro en la pared al lado de la chimenea con la vista fija en el fuego que ardía con fuerza.

- He visto el celo de una vampira. Su poder es tal que nutrirá al íncubo como ninguna otra especie lo ha hecho jamás. Son grandes luchadores y guardan en su manga muchos trucos; prefiero no imaginar lo que hará si consigue canalizar la necesidad de una vampira y aprovecharse de su energía sexual. Podría mantenerla en ese estado durante días, semanas, incluso.¿ Puedes imaginar el dolor de la hembra, Tohr? Nada de morfina para ella, porque te aseguro que el hijo de puta no hará nada para aliviarla y sí todo lo posible para conservar su juguete hasta que no quede un aliento de vida en su cuerpo.

Los tres vampiros soltaron una retahíla de maldiciones sumamente creativas que hicieron que el ángel arquease una ceja, ligeramente sorprendido por la originalidad de los guerreros. El poli, hundido en el sillón como si su mundo se estuviese desmoronando a su alrededor, alzó la vista hacia su rey y amigo.

- Wrath... no podremos protegerlas a todas. Es imposible sin desatar la alarma entre la raza y no creo que acepten, así como así, el quedarse recluidas hasta nuevo aviso- una mueca irónica curvó sus labios- la mía, al menos, será imposible de contener. Su trabajo es la mitad de su vida y, por otro lado, si le explicase lo que sucede, su empeño en regresar a Lugar Seguro sería aún mayor, para proteger a sus pupilas.

El rey se recostó en su asiento haciendo crujir la fuerte silla de madera bajo el peso de sus hombros. Respiró hondo para calmar su ira y buscó la presencia de su segundo al mando.

- Qué opinas, T? Butch tiene razón. La Sehclusion es impensable, además de que muchas hembras no cuentan con la protección de un macho en su familia. Yo puedo justificar ante mi shellan las medidas extras de seguridad, aduciendo los riesgos inherentes a la corona, con los capullos de la glymera jodiendo a cada paso y los peligros de los bastardos, pero... y el resto? No quiero ordenar algo tan drástico a no ser que sea el último recurso.


Tohr cruzó los brazos a su espalda, separó ligeramente las piernas para afianzarse y se mantuvo recto como si estuviesen a punto de pasarle revista. Parecía, más que nunca, el militar disciplinado que era en realidad.

- Tenemos que preparar un plan de búsqueda y captura, mi Señor- El soberano asintió, satisfecho- No podemos esperar a que ataque, sino que tenemos que localizarle y deshacernos de él antes de que encuentre a otra hembra- miró ahora a su antiguo protector- a cualquier hembra, no importa su raza.

-  Cuál es el plan, T?-

El gigante de ojos azules apretó sus labios durante unos segundos, meditando su respuesta.

- En primer lugar, Lassiter, necesitamos que nos digas todo lo que sepas de su raza- no esperó la respuesta del aludido- todo lo que necesitemos saber para acabar con él. Me importa una mierda si posee conocimientos arcanos, si practica la cábala o si juega al póker los viernes con el señor de los anillos. Lo que necesito es conocer sus debilidades, sus puntos flacos y sus costumbres, si es que las tiene.

El ángel asintió bruscamente y Tohrment continuó organizando sus ideas.

- Butch, necesito que utilices tus dotes de policía para rastrear a los chicos malos que hayan llegado nuevos a la ciudad en los últimos días. Que Lass nos proporcione una descripción ayudará bastante, pero si es verdad que tiene más de mil años, no creo que tenga problema para cambiar de aspecto. De todos modos, no creo que alguien como él pueda pasar totalmente desapercibido. Llévate a los chicos y que te ayuden a rastrear los moteles, los apartamentos en alquiler a las afueras, los almacenes del puerto... cualquier lugar que pueda albergar una cucaracha. No dejéis ni un puto contenedor sin comprobar.

El poli se levantó con agilidad, ahora descubierto su nuevo objetivo. No era el momento de cuestionar su religión, sus creencias en dioses y demonios, que ahora parecía haberse vuelto un cuento aún más terrorífico. Iba a localizar al cabrón y le iba a meter en el cuerpo tantas balas como cupiesen en su cargador... después sacaría su daga y lo convertiría en un código de barras, en un montón de jirones irreconocibles que ni el propio diablo pudiese recomponer. La imagen de su hermana, violada y asesinada tantos años atrás, regresó a su cabeza con fuerza, tan viva como si acabase de suceder unos días atrás.

- Saldremos al momento, jefe. Creo que Johnn y Xhex libraban esta noche, pero estoy seguro de que querrán unírsenos.


- Bien. Mantenedme informado. Si le encontráis, os ponéis en contacto con el Pit y esperáis instrucciones. Necesitaremos a Lass en el campo para asegurarnos de que todo se hace del modo correcto. No quiero putas reencarnaciones para el desgraciado.-

En cuanto Butch salió por la puerta, Tohrment continuó impartiendo órdenes, enfocado en el problema, frío y objetivo como un general explicando su estrategia en el campo de batalla.

- Lass, ¿crees que el demonio puede sentir el celo de nuestras hembras? Porque estaríamos en un jodido problema si es así. Por el modo en que reaccionamos los machos, incluso los que tienen parte humana, como Butch y Manny, es probable que una hembra en su necesidad lo atraiga como un faro. Podríamos, con discreción, hacer algunas preguntas y tenderle una trampa, esperarle si se acerca a rondar la casa en la que esté teniendo lugar el celo. Sé que va a ser malditamente incómodo, pero es una oportunidad. ¿Qué opinas?-

El rey se puso en pie tras el inmenso escritorio, que se empequeñecía ante su presencia. Clavó la mirada en el ángel como si pudiese verlo y, por vez primera, se dirigió a él en el mismo tono que utilizaba para tratar con su familia, con sus hermanos.

- Es tu turno, Lassiter. Llévate a Tohr, a Z y a Vishous contigo y traedme el cadáver de ese hijo de puta. Esta vez somos todos ciegos en esto, así que tendrás que guiar tú el carro y contribuir a que todos vuelvan a casa sanos y salvos.

Era lo más parecido a una súplica que iba a obtener jamás del monarca de los vampiros, no tenía ninguna duda. Y sabía, por el mismo motivo, que estaba depositando en él toda su confianza, confianza que rara vez daba a alguien que no perteneciese a su Hermandad. Asintió con brusquedad como si Wrath pudiese verle- quizás sí lo hiciese- se separó de la pared, se metió las manos en los bolsillos y miró a Tohrment antes de ponerse en camino hacia la puerta.



Lassiter
Lassiter miró enfrente de él y la cuadrilla que llevaba enfrente junto con él mismo, bien parecían los cuatro jinetes del apocalipsis o poco les faltaba.

- Vámonos, vampiro. Voy a salvaros el culo otra vez.  Los hados benditos,  parezco un jodido ángel de la guarda!-
Con sus miradas asesinas y su determinación...se sintió un poco culpable de mantenerles alejados de las calles en vez de dejarles luchando en la guerra contra los restrictores, que era su deber y su trabajo.

El incubo era su problema...y él hubiera querido arreglarlo a su manera.

Pero ahora era otra historia. Ya no era el que era hacía muchos años...ahora el creador le había dado una maldita segunda oportunidad después de haberla cagado mucho y distaba lejos de ser aquel guerrero que dirigía huestes en la guerra contra los demonios. Echando la mirada atrás parecía que habían pasado trillones de años. Aquí estaba él, ahora, vestido con ropa mundana, con la apariencia de un paria de las sociedad humana y una reputación de payaso medio idiota. Atrás  había quedado aquel maldito ángel que llevo a los extremos la palabra guerra o cacería...su mundo ahora era distinto.

Había aprendido mucho en aquellos años, de aquel castigo , en aquel tiempo pasado en el limbo, en aquella misión que le redimió meses atrás. Una misión de lo mas sencilla comparada con lo que había estado acostumbrado a hacer antes, pero la sencillez es el alma de las cosas para el creador. Y sacrificarse por los demás era lo mas sencillo y a la vez lo mas difícil del mundo. Había pasado esa prueba...¿sería ésta otra ?


Vishous se dio la vuelta para observarle como si intuyera que algo no iba bien con el ángel No aminoró el paso, siguió avanzando por la calles oscurasjunto al resto como un escuadrón de la muerte  Y al ángel se le quedo la boca seca cuando se dio cuenta de las repercusiones de la situación y de sus propias emociones.

No quería que les sucediera nada, a ninguno. Ni siquiera al perilla...ese era suyo.

Algún día arreglaría con él la cuenta pendiente que tenían y que había dejado en segundo plano debido a que no era el momento.Sí, apreciaba a los tres vampiros que tenía en frente y esto le sobrepasaba.

Quizás Vishous con su mano maldita fuese capaz de sobrevivir a una lucha con un íncubo, pero después de caer ante la naturaleza intrínseca del demonio. Los vampiros y sobre todo la élite seleccionada genéticamente para la hermandad,  resultaban demasiado sexuales para sobrevivir a un encuentro con un íncubo. Los íncubos eran capaces de potenciar al máximo el instinto sexual de cualquier raza para conseguir subyugarla .

Si se enfrentaban a un incubo guerrero...eso sería un desastre total. El incubo no solo era capaz de controlar hormonalmente a las hembras, a los machos también Era capaz de colcoar a los machos en un estado de frenesí tal que se matarían  los unos a los otros mientras el incubo acababa con ellos uno a uno. Lo había visto antes y no quería esto para ellos.

Les había cogido cariño a los chupasangre.

Tohrment carraspeó y le hizo volver a mundo presente. Tohr. Por Dios.Tohr era lo mas cercano a un amigo que había tenido jamas y no pensaba meterle en esto.

- La casa de la hembra en su necesidad esta aquí cerca, no tardaremos mucho- Dijo en voz alta.

El trabajo de investigación había dado sus frutos y habían localizado una. Zsadist gruñó para responder afirmativamente y Vishous hizo lo mismo. Entonces Lassiter se detuvo en seco, lo que provocó que todos se detuvieran.

- Es hora de que vosotros os quedéis aquí-

* Los tres le miraron como si tuviera tres cabezas, un par de cuernos o una hembra sobre la chepa y no se hubiera enterado.*

- No me jodáis, chicos. ¿¿Una hembra con su necesidad y tres vampiros machos cerca??¡¡ vamos hombre!!! Estaréis empalmados antes de tocar el timbre siquiera. Si no lo estáis ya. -

* Los tres vampiros se miraron de reojo y ninguno hablo. El bulto en sus pantalones hablaba por ellos.*

- La idea es buena, chicos. - Siguió Lassiter en actitud condescendiente- Pero es mejor que mantengáis una distancia de seguridad con ella. Y la verdad...también con el íncubo. Es capaz de usar eso que ahora estáis sintiendo en vuestra entrepierna para obligaros a tener tantas ganas de follar que os lanzareis el uno contra el otro para mataros. Seguro que Vishous puede disfrutar ese encuentro, pero vosotros dos no lo creo-

Dijo dirigiéndose hacia Zsadist y Tohrment. Vishous gruñó aun mas fuerte-

- Ya, ya, hazte el ofendido lamparita pero no he dicho ninguna mentira. Lo mejor es que los tres os despleguéis en torno a un perímetro lo suficientemente seguro  y que nos vayamos comunicando. Yo puedo detectarlo a distancia...y él a mí. Así que cuando seamos capaces de sentirnos mutuamente, el cebo ya no será la chica; seré yo. Entonces necesitaré refuerzos. Pero solo os quiero como ultimo recurso. La distancia con el será fundamental para vuestra protección.- Se paso la mano por el pelo – Tus dotes de tirador nos vendrán muy bien en este caso, tohrment. No os acerquéis a él si no es estrictamente necesario-

- ¿ Y a ti no te afecta? Eres un macho como nosotros.- La pregunta la hizo Tohrment visiblemnete contrariado.

Lassiter levantó la vista y sonrió de lado.

- No soy como vosotros aunque lo parezca. Llevamos mucho tiempo  cazando a los de su clase...si no hubiéramos conseguido ser inmunes a sus armas, no habríamos podido extinguirlos-

- Pues lo hicisteis jodidamente mal  porque ahora tenemos ese puto  problema aquí. Somos nosotros lo que tenemos que solucionar vuestras mierdas. - Vishous estaba mucho mas que contrariado. No menos que Zsadist que habló seguidamente.

- Un problema que nos está alejando de nuestra propia guerra ángel Así que acabemos con esto y busquemos a ese jodido bastardo o lo que sea que se llame y acabemos con la amenaza a nuestra hembras.-

Lassiter bufo exasperado con Vishous y Zsadist. Pero tenía que reconocer que el hermano lamparita había mejorado mucho sus modales, sólo le había replicado, no estampado su puño en la cara como hubiera hecho antes, así que la relación entre ambos debía de haber mejorado. Pero eso a él le importaba una mierda. A Lassiter lo que le importaba era acabar con aquella situación lo mas pronto posible.

- Mierda chicos , os debí hacer tragar el acetato de ciproterona antes de salir de la mansión como era mi plan en un principio- Luego se dio cuenta de que lo había pensado en voz alta porque los tres le miraron horrorizados.

Y es que jugar con la virilidad de esos vampiros de élite...no era una cuestión de broma. Zsadist avanzó un paso con intención de clavarle algo mirándole con esa mirada negra suya  y Vishous empezó a quitarse el guante.

Sorpresivamente Tohrment no avanzó,  se hizo un paso atrás para no molestar a los otros dos que ya sea acercaban decididos hacia él. Lassiter levantó las manos en señal de redención-

-Ok, Ok. No lo hice, ¿ verdad?  No os pongáis así. Peace, - dijo el ángel mostrando la señal universal de paz con los dedos y enseñándoles su sonrisa mas encantadora. Solo se detuvieron ante la voz de Tohrment detrás de ellos.

- Dejémonos de putas chorradas y centrémonos. - Interrumpio  tohrment tomando las riendas de la situación .

Los tres vampiros tenían que ir coordinados para que él pudiera desplegar sus propias armas. Lassiter se recompuso la chaqueta y se cuadro con los hombros hacia atrás

- Tohrment tiene razón Yo me acercaré a la casa de la hembra y vigilaré la zona y vosotros rastrareis por los alrededores. Cualquier movimiento sospechoso, me llamáis.-* señaló el pinganillo que llevaba en el oído al igual que cada uno de ellos , cortesía de tío Vishous *

-Yo apareceré tan pronto me deis el aviso-

No esperó a su respuesta.  Se desvaneció ante sus ojos y salió corriendo hacia la casa sin ser visto.



Continuará...



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