viene de Parte 1.
Anabelle
Sin levantar la mirada siento a mi lado su presencia. Es un macho corpulento, muy alto y es mucho decir ya que yo misma era más alta de lo esperado en una hembra.
Me sorprendo al sentir que toma mi mano y por un momento me quedo en blanco, dejando que alguien se acerque a mí realmente luego de mis pérdidas .Me estremezco con las caricias, sus manos son ásperas, rudas y eso me descoloca. Levanto la mirada y por un momento me siento esa pequeña otra vez, por un momento sus ojos son iguales a ese joven petrans que me hacía reír... pero solo dura un momento.
Lástima, en el fondo de su mirada, junto con otras cosas pero lástima al fin. Y yo odiaba que alguien me tuviera lástima.
Lo miro fría y sonrío con ironía mientras retiro la mano apartándome no solo en forma física del macho
- Creo que no hay forma que hayas escuchado mal - dejo de lado el Sire y los modales, no podía evitar aún contener la furia y la sed de venganza cuando hablaba de ello - Ha sido en los ataques, torturaron y despedazaron a cada miembro de mi familia, de tal manera que no hubo otra cosa que hacer que quemarlos - hablo sin preocuparme que se notara la furia en mi voz.
Throe
Su rabia es palpable, su furia casi quema.
- Nadie debería pasar por eso, nadie. -
No me acerco a ella, dos veces que lo he hecho, dos veces que ella me ha apartado con educación y cortesía. Se cuando me marcan unos limites.
Pero también se como hacer que los demás sean los que los rompan.
- La escoria restrictora sigue aun campando a sus anchas en este continente después de tan letales ataques. Algo así no hubiera sucedido en el viejo continente, allí nosotros acabamos con esa lacra -
Recojo el vaso de escoces de la repisa y le doy un trago. Es duro, añejo y cuando desciende por mi garganta arrasa con todo dejando un sabor inconfundible a madera.