Viene de Un nuevo aliado
Throe
*Me detengo justo en el umbral de la puerta antes de entrar, esperando que Anabelle me confirme que realmente quiere esto. Ok, tampoco espero nada especial de esta última copa en su casa, ha dejado claro que siente mas que animadversión por mi persona.
Se da la vuelta ya en el interior y me observa con ojos brillantes. Si no fuese porque parece imposible, juraría que hay una emoción distinta en ellos ahora mismo.*
- ¿ Esa copa sigue en pie?
Anabelle
*Estamos en la puerta y estoy algo nerviosa, pero a la vez la ansiedad creció a cada momento dentro de mí.
El viaje fue silencioso, y cuando escucho la pregunta giro a mirar al macho y no puedo dejar de sentir cierta añoranza, deseo por que las cosas fueran diferentes.
Verlo allí con el viento frío, elegante y a la vez con algo salvaje hace que me sienta más cálida por dentro. Una sonrisa se dibuja en mi rostro y asiento a la vez que el calor de la casa me envuelve al entrar*
- Por supuesto que sigue en pie Throe *me siento un poco tímida y no entiendo porqué, pero me hago a un lado dejándolo pasar. Sabiendo que los doggens ya estarían descansando*
Throe
*Miro de un lado a otro y me extraña no ver a nadie sirviéndonos. La casa de Keegan no era antes así, Imagino que la catástrofe familiar debió cambiar las cosas. La sigo sin perderme ni un detalle de nuestro alrededor , la distribución de la casa, las distintas salidas, la protección que debería tener una hembra sin macho.
Enseguida llegamos a un salon biblioteca muy bien decorado y espero de pie, junto a la chimenea a que Anabelle de el siguiente paso.
- ¿ Es seguro este espacio? ¿ Nadie nos oirá? -
Meto mi mano en el bolsillo de la chaqueta de lino que me he visto obligado a ponerme esta noche y activo el dispositivo que mantendra en un radio de 50 metros interferencias de todos los aparatos electrónicos. Así no habrá manera de que nadie grabe nada ni escuche nada. Ni siquiera una grabadora antigua será capaz de grabar con las ondas que envía este dispositivo. Sonrío para disimular. No es que no me fíe de Anabelle, pero toda precaución es poca y su seguridad es ahora también una prioridad.
Anabelle
*Entramos en la sala y me quedo quieta porque a pesar de ser inmensa la habitación ahora sí me sentía pequeña.
Flashes de recuerdos de momentos vividos, visitas de Throe y su familia comienzan a desfilar por mis ojos hasta que su voz ronca me saca de eso.
Asiento con firmeza y me obligo a ir al bar*
- Los doggens tienen hoy día de descanso *afirmé mientras notaba que se acercaba hasta donde estaba, levanté la mirada y sus ojos estaban clavados en mí* Qué deseas beber Throe? *mi voz sale mas ronca de lo esperado y una imagen del macho bebiendo de mi cuello me sorprende haciendo que mi mano tiemble. De dónde vino eso?*
Throe
Coloco mi mano sobre la suya perplejo al ver el temblor repentino en sus manos y el aumento súbito de su ritmo cardiaco.Sus pupilas se dilatan cuando nuestros ojos se encuentran y sus mejillas enrojecen ¿ Será...lo que creo que es?
- ¿ estás bien? Bel...Anabelle, ¿ Todo bien? -
Asiente retirando su mano y la observo tragar saliva. Levanto las cejas sorprendido. ¿No trata ella siempre de evitarme? Quizás sea por todo lo contrario... Entonces levanta sus ojos y me mira con la misma frialdad de antes. Ha recuperado la compostura.
- ¿Prefieres que me vaya? Te aseguro por mi honor que sólo hablaremos de negocios. En serio.-
Anabelle
*Sonrio y asiento. Mientras con un gesto señalo el escocés de mi padre, la mejor marca como siempre, acaricio la botella sin darme cuenta*
- Está todo bien Throe, no debes preocuparte. No creo ni remotamente que vayas a hacer algo *sirvo un vaso de escocés mientras sirvo gin y tónica para mí. Salgo de atrás de la barra y camino hacia el sofá* Hablemos de negocios entonces Throe, aquí nadie escucha ni ve. Por fin podemos dejarnos de cuidados y podemos decir las cosas como son.
Throe
* Acepto la copa que me ofrece y cuando recojo el vaso, mis dedos rozan uno de los suyos: Su corazón vuelve a dispararse pero esta vez disimula muy bien su estado externo. Sonríe y me invita a sentarme, tendiéndome la mano que ahora tiene libre*
- Si, por fin podremos ...-
Ni remotamente, porque a mi lo que me gustaría ahora es preguntarle porqué la altero. No siento que sea como con las demás, normalmente todas las hembras caen rendidas ante mi aspecto, huelen a sexo nada mas posan sus ojos sobre mi. Con Anabelle, es distinto.
Trato de enfocar el tema que me ha traído hasta aqui y dejarme de tonterias que nada tienen que ver con la guerra ni los negocios. Pensar en cosas distintas a eso es contraproducente y peligroso
- Buscamos socios Anabelle para financiar la guerra. No solo la guerra contra los lessers, en los que somos la única respuesta ahora mismo. La hermandad no está haciendo su trabajo ni el rey tampoco -
Anabelle
*Tengo que poner toda mi voluntad para no gemir cuando sus dedos rozan los míos, aprieto los dientes y me comporto como toda dama de la glymera, finjo
Lo miro y parece imperturbable, nada lo afecta y eso endurece más mi expresión. Anhelaba alguna muestra, algo en su comportamiento, en su expresión.
Sus duras palabras me sacan de mis tontos pensamientos y esta vez sonrío confiada y levanto la barbilla*
- Es lo mismo que pienso yo Throe. Ni la hermandad ni el rey están protegiendo a nuestra raza *doy un sorbo pensativa y luego dejo el vaso sobre la mesilla, levanto la mirada* fuí totalmente honesta con lo que dije en la casa de Morelia. En mí tienen el socio que buscaban *hago una pausa* para ambas guerras Throe. Dime qué necesitan y yo se los daré
Throe
* Levanto una ceja curioso.*
- Así de sencillo? ¿ Aceptas algo que ni siquiera te he planteado y que `puede tener como consecuencia la muerte por traición ? O eres muy ingenua o...-
Veo su reacción al llamarla ingenua y enseguida reconsidero mi frase , parece ser que la he vuelto a ofender con mi lengua.
- No pretendia ofenderte...en serio ...-
Alargo mi mano para coger la suya para disculparme y la piel delicada de su mano me recuerda de repente algo. La observo entrecerrrando mis ojos, uniendo imágenes del pasado con lo que tengo en frente
- Virgen Santa Anabelle, eres tan parecida a tu hermana...y tan distinta. Eres mucho mas hermosa de lo que ella era.-
Carraspeo tras darme cuenta de lo que he dicho y retiro mi mano para no ofenderla mas.
- Discúlpame si me salgo del tema, pero...logró un buen matrimonio tu hermana después de ...mi partida? -
Anabelle
*Arqueo una ceja enfadada. El macho siempre subestimaba mis actos, mis palabras, mis decisiones.
Contengo el aliento sorprendida cuando toma mi mano y acaricia suave mi piel con su pulgar, la piel cosquillea donde me toca. Mis ojos se cierran brevemente con placer sin poder contenerme, humedezco mis labios y lo miro fijamente.
Pronto, demasiado pronto sus palabras me traen de vuelta a la realidad, suelta mi mano y casi vuela para atraerla de nuevo para sentir su caricia. Cuadro mis hombros y entrelazo las manos sobre mi regazo.
Miro sus ojos claros, levanto la barbilla orgullosa mientras respondo*
- Mi hermana no se emparejó con nadie más Throe *muerdo mi labio unos segundos y niego sonriendo* Seguro recuerdas bien a mi hermana? Soy todo lo opuesto a ella, siempre lo fuí y ahora aún más. Asi que por favor no me subestimes más, tengo muy claro lo que implica asociarme a tu Sire
Throe
Me entristezco, al final jodí mas de una vida con mi decisión. Aprieto con fuerza el vaso para poder contener la crispación que siento ahora mismo. Me obligo a calmarme y centrarme en lo importante.
- me refiero externamente, Anabelle...no quería ofenderte. Y no te subestimo, si lo hubiera hecho...- callo por educación . No pienso decirle que la he tratado de la misma forma que al resto de machos aristócratas con los que me he entrevistado, y no como al resto de hembras con las que me he encontrado y con las que he terminado en la cama
- Da igual de la forma que yo haya actuado o no, lo importante el la causa y que Xcor y nosotros somos la única respuesta a esta guerra y a poder seguir siendo lo que somos como pueblo . Wrath está modificando las leyes a su antojo y eso, en un rey...es síntoma de despotismo y locura.
Anabelle
*Lo miro fijamente, puedo casi palpar su enojo y eso me sienta fatal. Decido no continuar con lo mismo, escucho su provocación y esta vez sostengo la mirada clara y seria*
- Ya no me tuteas? *se me escapa y callo abrupta unos segundos* Entiendo Throe hijo de Throe, hablas de traición *tomo aire y lo suelto suave* No tengo miedo, quiero que paguen por la muerte de mi familia, no importa el precio que deba pagar yo. Mi familia será vengada... así que dime lo que necesita tu Sire y yo se lo daré.
Throe
* sonrío de lado*
- No habrías entendido la importancia de mi pregunta si te hubiera tuteado, pero disculpa mi teatralidad si te ha ofendido -
* Le guiñaría un ojo como hago con las otras hembras pero me juego perder lo que ella nos pueda ofrecer.*
- El miedo es beneficioso a veces, nos hace estar alertas y sentirnos vivos así que mejor que lo tengas como hacemos nosotros, los que nos jugamos la vida cada noche. - Me bebo el contenido que queda en el vaso de golpe y decido que ya es hora de irme. La noche no parece estar mejorando y Anabelle se muestra ya cansada de mi presencia. Curioso que a una hembra le suceda esto conmigo. Reflexiono ante su oferta, con gusto le respondería pero los términos del acuerdo los debe rubricar Xcor.
-¿ Y si te lo dijera él mismo? Una implicación como la que tu deseas bien vale que conozcas al vampiro que la hará efectiva, ¿ no crees? - dejo el vaso en la bandeja- ¿ Mañana a la misma hora nos recibirás aquí, en tu casa? - Así nos dará tiempo a patrullar y luego a alimentarnos como es debido de Morelia.
Anabelle
*Noto como vacía el contenido del vaso, su actitud ha cambiado. Este macho me tiene alerta todo el tiempo, me intriga, me hace desear ser diferente, ser como antes y a la vez me recuerda que debo vengar a los míos.
Me levanto con suavidad mirándolo fijamente, más cerca de lo que esperaba de su cuerpo*
- Me agradará conocer a tu Sire. Los recibiré mañana en la noche Throe *lo tuteo a conciencia y sonrío en forma fría. El macho inclina la cabeza a modo de saludo y sin mas desaparece ante mis ojos haciendo que jadee sorprendida.
Vuelvo a sentarme pensativa. Por fin iba a conocer a quien me ayudaría a vengarme. Me recuesto en el sofá y me acurruco suspirando tranquila ahora. Era la primera vez que el peso en mi pecho se había alivianado un poco*
Continuará....
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