domingo, 15 de septiembre de 2013

La carta. Bella y Ehlena





EHLENA:
El nerviosismo me podía esa noche. Rehv en una misión en las adirondacks con varios machos de la hermandad podía ser cualquier cosa, desde una noche tranquila a una movidita. El tiempo no me pasaba deprisa .

Dejé al Dr Manello en el centro médico discutiendo con la Dra Whitcomb algo acerca de una nueva técnica que había sido publicada y consideré que era el mejor momento para aprovisionarme de comida. Cada vez que estaba ansiosa, me daba por comer. No quería ser agorera, pero una misión con los hermanos siempre implicaba después algo de acción en el centro médico. El problema era que esta vez Rehv estaba con ellos y que la acción le afectaría a él.

Cuando iba distraída saliendo por el pasillo del centro médico, me encontré a alguien que no me esperaba.

- ¡ Hola Bella! -





BELLA:
Después de despedirme de Zsadist que parte a su patrulla, y rogar a la Virgen que lo proteja y devuelva sano y salvo a mi lado, de terminar la sesión de estudio y comenzar la de juegos con mi niña, recuerdo la charla mantenida con mi hermano y la manera en que se marchó sin darme tiempo a responder a su pregunta.

Observo a Nalla sonreír con sus travesuras, la felicidad que llena su pequeño rostro y sé con absoluta certeza que mi hermano podría llegar a ser un gran padre, uno que sacó adelante a una hermana y le enseñó a ser feliz por ella misma.

Tomando papel y lápiz me siento a escribir una carta para él, algo que hace mucho tiempo no hacía y, sin embargo, disfrutaba si era para mi amado hermano. Una vez terminada me acerco a Nalla para besar su frente.



- Mahmen tiene que ir a ver a la tía Lena, ¿vale? Sé buena y no des muchos dolores de cabeza a los doggens, querida – sonrío triste a una doggen que hace una gesto con la mano para quitar importancia al asunto.

Salgo de la biblioteca y camino con celeridad hacia el centro médico, dónde sabía que la shellan de mi hermano se encontraría, manteniendo el sobre de la carta bien sujeto. En ese momento, cómo enviada por el cielo, aparece ella tan radiante como siempre.

-Hola Ehlena, ¿cómo estás? – me acerco a ella sonriendo y beso su mejilla – justo te buscaba, te apetece tomar una taza de té conmigo?

Camino con ella de vuelta a la mansión, escuchando atenta sus anécdotas del trabajo. No puedo dejar de admirar la pasión con que habla, ese amor que siente por lo que hace y sé, más que antes todavía, que los dos serían unos buenos padres que colmarían de amor a sus hijos. Sonrío emocionada ante ese pensamiento, deseando que pudiese hacerse realidad ya que así tendría un motivo para ver más a menudo a mi hermano



 EHLENA
Encontrarme a mi cuñada fue toda una sorpresa y una liberación. No podía dejar de hablar, parecía que había comido lengua en la primera comida , y solo fue un desayuno de los mas ligero y sano. La verborrea me pudo y me distrajo tanto que no supe como, pero ya estábamos sentadas en  la biblioteca con una de las doggens sirviéndonos té y bocaditos. Miré el té que tenía delante y me estaba sirviendo Bella y luego la miré a ella
- Huele delicioso, pero creo que atacaré también a esos sandwiches que estoy famélica. - cojo uno  con mis manos y sonrío
- Y bien, Bella. ¿ Para qué me buscabas? ¿ Esta Nalla bien?-





BELLA
No puedo evitar sonreír al escuchar la felicidad con la que habla de su trabajo, se notaba que ese era su ambiente y ella disfrutaba más que nada el poder disponer de ello a diario.Al llegar al comedor, tomo asiento con ella y comienzo a servir el té para las dos.

- Oh, Nalla está perfectamente querida – sonrío y sirvo un poco de té en mi taza – gracias por tu preocupación. No, me interesaba hablar contigo, compartir un momento las dos solas para conocernos mejor. Al fin y al cabo eres la shellan de mi hermano y – sonrío avergonzada – me da vergüenza decir que sabemos poco la una de la otra.

Doy un ligero sorbo a mi bebida sonriendo complacida al comprobar que la temperatura del agua es la perfecta.

- Cómo te encuentras aquí? Te sientes bien rodeada de tanta testosterona? – pregunto divertida.




EHLENA
 La pregunta me hace sonreír.

- No me molesta tanta testosterona la verdad. No me afecta en absoluto. Puedo ser muy paciente con los machos, incluso cuando se quejan por tonterías. Y estar aquí es muy satisfactorio para mi. Me siento útil-

Me termino el delicioso sandwich y bebo un sorbo de té.

- Este lugar es precioso, pero tampoco estoy mucho en él. Cuando tengo un día libre me voy a mi casa con mi padre. Por eso no me soléis ver mucho.-




BELLA:
Asiento sonriente hacia ella, era agradable platicar con ella. La conversación se volvía amena y divertida. Doy otro sorbo a mi taza de té.

- Cualquiera diría que son ellos los que sufridos al escucharlos quejarse por un golpe de nada – bromeo con ella, divertida a medida que me voy sintiendo relajada – ¿Cuánto tiempo llevabas trabajando con Havers? Imagino que el ambiente de trabajo es bastante menos movido que en la clínica, no?





EHLENA
-Llevaba años con él, no muchos la verdad, pero lo suficiente para haber aprendido mucho  en la clínica. Y me gustaba mucho mi trabajo, así que absorbía todo el conocimiento que pudiera caer en mis manos.- le doy otro sorbo a la taza , disfrutando de su sabor.
- El trabajo aquí  es distinto. Aquí es mas específico, casi todo son traumas en el centro  médico. Me gusta mas ir a Lugar seguro con Jane para los chequeos y hacer la educación sanitaria de las  residentes allí y sus crías.  ¡ La pediatría me encanta!-

Sonrío de forma amplia.

- Deberías tomarte una noche y un día libre con Zsadist,  en plan romántico,  y dejarnos a Nalla a Rehv y a mi. Ni te imaginas lo que adora a tu hija tu hermano. Rehv no siempre está en la colonia.-






BELLA
No puedo evitar sonreír cuando hace mención a los traumas.

- ¡Los hermanos están más remendados que Frankenstein! – río con ella y termino mi taza de té, interesándome en su oferta.

- Estás segura de que quieres tener a Nalla una noche entera? – pregunto divertida – Segura? Segura? Segura? – sonrío al verla asentir.

Ante la insistencia de ella y mi reticencia a molestarlos, pues no quería quitarles un día a la pareja de los pocos que podían estar juntos debido a las tareas de Rehv en la colonia, termino aceptando a medias.

- Mira, hagamos un trato. Lo hablas con Rehv y me decís un día que os venga bien. Así puedo preparar sus cosas – “y las mías”, pienso para mí – y vosotros podréis disfrutar con ella nada más caer el sol. ¿Te parece bien?




EHLENA
Sonrío encantada
-  ¡ Claro que estoy segura! ¿ como puedes dudarlo? - Complacida me termino el bocado que tenía a medias- Yo creo que el problema será convencer a tu macho de que nos deje a Nalla. -

Zsadist es muy protector con la pequeña, demasiado incluso.

- ¿ Nalla sabe nadar ya? Me encantaría llevármela a la piscina exterior y tener una noche de piscina, juegos, y demás. Clara, la doggen que ayuda a Fritz , tiene un par de gemelos adorables con los que me paso mucho tiempo jugando en el castillo hinchable  de la piscina cuando tengo tiempo libre y Rehv no está . ¿ Nos dejarías que Nalla se relacionara con ellos? Son muy buenos y disfrutan mucho de estos juegos. Tienen la edad de Nalla y así ella  no estaría sola  durante todo el día con sus tíos. Es que si no Rehv será peor que Zsadist y no la dejará respirar... al menos con otros niños, la dejará jugar que es lo que necesitan los niños a esta edad.-




BELLA
- Por supuesto, cariño – sonrío hacia ella, se ve tan animada ante la idea de cuidar de Nalla que al final cedo – intento que se relacione con otros niños llevándola a Lugar Seguro conmigo de vez en cuando. Así que, si prometes que tendrá compañeros de juego en la piscina yo no puedo más que decir si y estar agradecida con vosotros.

Me abrazo a ella y beso su mejilla.

- No podría haber deseado mejor shellan para mi hermano que tú, Ehlena. Sois el complemento del otro – aprieto suavemente sus manos entre las mías – dónde él es sarcástico tu eres dulce, ambos sois decididos y siempre tenéis amor para dar a los demás. Os preocupáis por vuestra familia sin importar el qué dirán, vivís bajo vuestras propias reglas… Sois los únicos que decidís el rumbo de vuestra vida y yo – siento mis ojos humedecerse – me siento la persona más afortunada del mundo por poder contar con vosotros en la vida de mi hija.

Me seco rápidamente los ojos antes incluso de que puedan caer las saladas gotas y sonrío a la hembra frente a mí.

- Y por Zsadist no te preocupes, ya me encargo yo de calmar a súper papá. Vosotros tendréis un problema mayor al intentar que Nalla salga del agua – niego divertida – creo que en otra vida debió ser un pez, no te imaginas lo mucho que le gusta nadar. Además de volver locos a los machos de la casa con sus travesuras.

Me muevo en la silla para poder quedar frente a ella olvidando por un segundo la carta, que cae al suelo con el nombre de Rehvenge destacando cual cartel de neón en la parte superior del sobre.





EHLENA
Me alegra tener esta relación con Bella y que haya accedido a  que Nalla se quede con nosotros. Rehv y yo necesitamos estímulos mas cotidianos en nuestra vida, mas familiares, no tanta guerra, Glymera, conspiraciones y demás. Y no miento al decir que Rehv estará encantado de tener a  Nalla, se le cae la baba con su sobrina.
De reojo, la vista se me desvía hacia algo de color blanco que cae de la mesa, al suelo  y recogiéndola , veo el nombre de Rehv sobre un sobre.

- ¿ Y esto Bella? ¿ Que es? -

Pregunto devolviendo el sobre a la mesa. Se que soy una curiosa, pero como buena enfermera, la curiosidad debe formar parte de mi .




BELLA:
Tomo el sobre y se lo entrego a ella sonriendo.

- Una cosa que necesito hagas llegar a mi hermano – sonrío un poco apenada - Quería pedirte ese favor, si no te importa. La última vez que estuvo aquí tuvimos una charla que se quedo a medias y necesitaba hacerle llegar esta carta porque no sé cuánto tardaré en verlo de nuevo.

Sonrío hacia ella esperando que no me pregunte sobre la conversación pues no sabría muy bien qué responder. No podría faltar la confianza de mi hermano diciéndole a su shellan las dudas que lo atormentaban, aunque no hubiese ninguna base para dichas dudas.

- Entonces, volviendo al tema Nalla, - cambio de tema como medida disuasoria, por si acaso – os apetece hacer algo más con ella? Tienes idea de cuándo queréis que la lleve? O prefería llevarla vosotros?




EHLENA
Cojo el sobre y la escucho desviar el tema. Mmmm, no es una buena táctica para una enfermera que conseguía que los pacientes le dijeran lo que habían tomado, la marca y hasta el lote de los medicamentos en casos de autointoxicación voluntaria por fármacos.Bella no tendrá ni una oportunidad conmigo si aplico mis tácticas de interrogatorio

- Mañana mismo puedes traer a Nalla. No es tan complicado, vivimos tres puertas mas abajo. Bella- Suelto una risita y le señalo el sobre- ¿Un sobre para decirle algo a tu hermano?. Eso es muy ceremonioso- A veces se me olvida que ellos pertenecen a la Glymera de mas alto rango. Suspiro. Pero yo no.

Deposito mi mano sobre la suya para que entienda que intento ayudar.

- Se que Rehv y tu tenéis una relación...muy ceremoniosa vosotros dos, pero que le tenga que dar un sobre a tu hermano ...- me cuadro los hombros.- Cuñada, desembucha y háblame de esa charla que se quedo a medias...-

Entrecierro mis ojos a la vez que le dedico mi mejor sonrisa.

- No me veas como tu enemiga Bella.Podemos hablar como hermanas si lo deseas...-





BELLA:
Río con ella ante su observación.

- Jajaja perdona, me confundí y creí que querías llevarla a tu casa fuera de la mansión.-

Muevo una mano para quitar hierro al asunto hasta que son capturadas por las suyas. Observo nuestras manos unidas y sus intentos porque le confesara de qué iba la conversación, ¡mierda! Era como un perro que una vez se hace con su presa no la suelta por nada del mundo. Sonrío triste hacia ella dando una suave palmada sobre sus manos.

- No es nada del otro mundo, Ehlena, tranquila. Sólo son dudas sobre una cuestión que le planteé pero esto - sujeto el sobre por un extremo - no es por cuestión de ceremonias, es que de las últimas veces que ha venido sólo hemos coincidido una o dos. Es muy difícil verlo y cómo sé que tú tendrás más suerte que yo quería que se la entregaras.

Muy bien, comenzaba a sentirme bajo presión, como si fuese una testigo a la que estaban aplicando un interrogatorio de alto grado. Niego divertida.

- Nunca podría verte como una enemiga, Ehlena. Para mí ya eres mi hermana, parte de mi familia a la cuál aprecio y estimo mucho, tanto que te confío a la personita más importante de mi vida.-

Acaricio sus manos para tranquilizarla y conseguir que soltara su presa, no iba a exponer ninguna duda de mi hermano. Si había algo que conocía bien de él es que no le gustaba que su confianza fuese traicionada y yo no pensaba ser la primera persona que lo hiciera en la familia.

- Háblame sobre ti, querida. Veo que te gustan mucho los niños – sonrío – y me pregunto si una parte de ti está deseando que lleguen o no.

No podía hablar sobre mi conversación con Rehv pero podía indagar en mi cuñada sobre sus deseos.



EHLENA
Abro los ojos  como platos y no me atrataganto porque la Virgen no quiere.
- Esto...es un tema que no hemos tocado Rehv y yo aun.-
Es lo único que digo y enseguida intento desviar el tema a la otra parte de la pregunta.
- Los niños me encantan. Son personitas sinceras de las que aprendo mucho. Nalla disfrutará con nosotros. te lo garantizo. Y Rehv estará ahí. - Respiro profundamente- Rehv pasa mucho tiempo en la Colonia o en el consejo de la Glymera, pero te aseguro que estará cuando  dejes a Nalla con nosotros. Si no...Nalla y yo le haremos pagar de la forma mas cruel que conozcamos - digo bromeando y riendo.

Espero que no se haya dado cuenta Bella de que he esquivado su pregunta. Le he dicho una mentira, porque tuvimos una discusión el día que me fui de la mansión cuando  Autumm entró en su necesidad. Pero eso Bella no tiene porqué saberlo.
- Creo que ya debo volver al centro médico Bella, es mi turno y lo he dejado por venirme contigo. No había trabajo, tranquila pero me estoy empezando a sentir culpable-


Continuará....












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