Danikah:
*Luego de despedirme de mis hermanas, me desmaterializo hacia el Rancho con la ansiedad latiendo en mi cuerpo. Por fin sentía que estaba dando un paso hacia la nueva forma de vida que deseaba para mí.
Siempre me sentí diferente al resto de mis hermanas, mas fría, mas seria, con una forma de pensar y sentir que no correspondía a una elegida; que realmente no me conocía, no sabía como . A veces sentía que solo era un cascarón vacío.
Observo la hermosa construcción y enseguida noto la figura de mi hermana Cormia que se acerca con una sonrisa y los brazos extendidos. Avanzo y me encuentro rodeada por ellos.
Sus palabras de bienvenida me hacen sonreír también. Luego de sus cálidas palabras, me toma del brazo para conducirme dentro del rancho.
Enseguida mi curiosidad se dispara ni bien pongo un pie en el lugar, todo era tan diferente a el Otro Lado, los colores, el lujo y a la vez la simpleza del lugar me dejan muda.
Al entrar el precioso color turquesa me relaja y sin timidez entro, con mi hermana observándome, rozo los muebles con la punta de los dedos y giro para mirar a Cormia*
- Es preciosa hermana mía... gracias por recibirme *murmuro al ver que asiente sin dejar de sonreír comprensiva.
- Sé como te sientes Danikah, y creo que estar de este lado te ayudará mucho, sé que te sientes diferente y esta es tu oportunidad de hacer realmente lo que tú deseas -
*dice mirándome fijamente y luego como para aliviar el ambiente me guiña un ojo*
- Phury hablará contigo mañana sobre lo que deseas hacer en este lado, todo dependerá de lo que quieras aprender o realizar, hay varios lugares en el que todas solemos colaborar -
*finaliza y vuelve a darme un abrazo antes de ir hacia la puerta.*
- Sé que no eres muy afecta a los abrazos, pero considéralo como el pack de bienvenida- * dice sonriendo con un dejo de picardía que me asombra ver en ella* - Voy a dejar que descanses y te acostumbres al lugar, cualquier cosa que necesites hermana mía aquí estaré- *finaliza antes de salir y cerrar la puerta con suavidad.
Una vez sola en la habitación me siento en la mullida cama y suelto el aire que mis pulmones parecían estar reteniendo sin que me diera cuenta siquiera y mirando toda la habitación digo en voz alta*
- Ha llegado mi momento -
Continuará...
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