THROE
Me quedo quieto, mimetizado entre las sombras y la lluvia que me envuelven y espiando como un vulgar ladrón de tres al cuarto detrás de la columna de mármol que parece que sostiene el techo del mundo, aunque en realidad sujeta el tejado de un restaurante caro.
No tendría que estar aquí, debería estar patrullando,
aniquilando cuanto lesser encontrara a mi paso...pero mi mirada se
encuentra clavada en la escena que tengo en frente y Por la Virgen
Escribana...¡ No puedo apartarla!
Y quiero hacerlo, quiero marcharme, quiero emborracharme
hasta perder el sentido, perderme entre las piernas de una mala hembra
para apartar de mi cabeza las imágenes que están destrozando mis retinas
...después de masacrar a todo bicho con sangre negra que
encuentre.Necesito matar algo antes de tocar a nadie, verter adrenalina y
rabia .
¿ Porqué esta sensación? ¿ Por qué estas ganas de abrir
en canal al macho que la hace reír con sus comentarios apenas a unos
veinte metros de mi alcance? El cristal que me separa de ellos no es un
impedimento para entrar a arrancar la garganta del macho que en estos
momentos está disfrutando de lo que es mío.
¿ Mío?
¿Desde cuando Anabelle es Mía?
Trago saliva y me esfuerzo por controlar el devenir de mis pensamientos.
Anabelle es como mi hermana.
Eso si es coherente, y las ganas de asesinar al macho son una consecuencia inevitable de mi juramento de protegerla.Por supuesto.
Eso si es coherente, y las ganas de asesinar al macho son una consecuencia inevitable de mi juramento de protegerla.Por supuesto.
Qué mas quisieras, Throe hijo de Throe o de nadie, como algunos se empeñan en recordarme.
Las
palabras de Danikah resuenan en mi cabeza otra vez, como han hecho
estos meses.Anabelle me ha estado importando mas de lo que hubiera sido
lo apropiado...y ahora lo veo claro.
Las ansias de matar podrían ser porque la considere
como mi hermana, las ganas de desmembrar al maldito macho que ahora le
escancia el vino en la mesa mientras ella vuelve a esbozar esa sonrisa
de oreja a oreja, también. Pero la voz que resuena en mi cabeza no se
debe a ningún sentimiento fraternal.
Mía.
Mía, es sólo mía.
He
tardado varios minutos en aceptarlo incluso en darme cuenta de lo que
estaba sucediendo ¿ Que me detiene para no entrar y llevármela a rastras
tras asesinar a aquel que está osando invadir mi propiedad?
No son los cientos de ojos humanos que rodean a la pareja
en medio del restaurante mas caro de la ciudad, no son las tres alarmas
que sonarian simultáneamente cuando lo hiciera...es el hecho de que la
hembra que el destino ha designado para vincularme...me odia.
Me odia tanto como la he estado protegiendo estos meses y
me desprecia mas que al aire que respira. Sigue mirándome de esa manera
que tanto me molesta y me habla con una superioridad que no acepto.
¿ No es una ironía?
Mas bien es una canallada de las Parcas.
Mas bien es una canallada de las Parcas.
Respiro profundamente esperando que el aire frío de la noche me aclare la cabeza y desentumezca mis músculos.
Podría seguir aquí el resto de la noche, vigilando como un
furtivo todo lo que hace la pareja, ganas no me faltan. De hecho, es lo
que ahora mismo deseo.
Pero tengo una cita con varios miembros del consejo que no puedo aplazar. No ahora que han decidido seguir adelante con el intento de quitar a Wrath del trono a pesar del duro revés que han sufrido y de la retirada del que tendría que haber sido su sucesor.
A pesar de las triquiñuelas legales auspiciadas por Rehvenge
hijo de Rempoon, el líder del consejo, a pesar de que Wrath consiguió el apoyo de la gente común de la raza, a
la hora de tomar decisiones no se puede dejar de lado a la Glymera, no
se puede pasar por alto al consejo sin atenerse a las consecuencias. No se han dado por vencidos, así
que no puedo cancelar una cita que me ha costado semanas concertar.Pero tengo una cita con varios miembros del consejo que no puedo aplazar. No ahora que han decidido seguir adelante con el intento de quitar a Wrath del trono a pesar del duro revés que han sufrido y de la retirada del que tendría que haber sido su sucesor.
Están asustados, y lo que necesitan es una alternativa de peso para un Rey que no merece el trono en el que se sienta.
Observo
de nuevo a la pareja y hago retroceder los colmillos que por
instinto se han alargado mientras les espiaba, ahora que ya estoy mas
calmado y el oxígeno ya llega a mis pulmones.
Espiar a una pareja que cena no es el lugar para alguien que tiene planes mas grandes.
Y entonces un plan empieza a formarse en mi cabeza y sonrío, sonrío como hace tiempo que no hacía.
Echo un ltimo vistazo a la pareja antes de desmaterializarme entre las sombras, aprovechando que nadie es capaz de
verme en esta noche lluviosa sin luna.
Anabelle no será de ese macho mientras yo viva.
El que sea o no mía va a depender de mi capacidad de persuacion y de la ambición de AnabelleContinuará...
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