domingo, 20 de julio de 2014

Cambios 2. Layla.



LAYLA
Aunque han pasado semanas desde el encuentro con mi guerrero, sigo furiosa.
¿Cómo pudo decirme no?
¿Cómo pudo no tomar lo que yo le ofrecía?

Molesta, me paseo de un lado a otro de la habitación y pienso por unos momentos ir a ver a Qhuinn y a Blay, pero cuando ya tengo la mano en el pomo de la puerta, rehuso.

Vuelvo hacia atrás y me miro en el espejo de cuerpo entero, poniéndome de perfil y noto ya la suave curva de mi vientre, y me levanto el pelo, haciendo un gesto con los labios.

Me siento ridícula, al poner morritos y me río de mi misma, a la vez que me acerco a la ventana, y pienso que es una buena noche para salir a dar un paseo.... Un paseo que me calme el dolor que ciento en mi corazón.

Por más vueltas que le dé, sigo pensando en Xcor y en su rechazo y es una cosa que no me quito de la cabeza.

¿Será por mi estado?

¿Será que no le gusto?

¿Habrá ya otra hembra que ocupe su corazón?
Mil y una cuestiones se agolpan en mi mente y me arieto los puños contra las sienes intentando no pensar en ello.

Si sigo dándole vueltas al asunto, terminaré loca... O peor, con la cabeza estallándome de tanto pensar.

Quizás podría hablar con Beth, ahora que ella  ha pasdo por mi situación...
Oh, oh...Error... Beth tiene a su hellren que la cuida y yo, a pesar de que tengo a Qhuinn y a Blay, ansío lo que no puedo tener, un macho que me cuide, que me quiera y que me acepte tal y como soy.

Esos pensamientos me hacen sentirme más sola de lo que jamás he estado y dejándome caer en el taburete de al lado de mi tocador, rompo a llorar, mirándome en el espejo.
¿Que tengo de malo?
¿Porque todos los machos me rechazan?
¿No soy digna?
Soy una caída, y eso me hace entristecerme y me pregunto a mi misma...

¿Tendré alguna vez el amor del macho al que tanto deseo?

CONTINUARÁ.



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